Calleja busca fin de guerra contra las pandillas al recuperar territorios

Su estrategia de seguridad es de no más muertos, emprenderá la lucha contra la violencia y sus raíces, a través inclusión, oportunidades, trabajo y convivencia ciudadana.

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El eje de seguridad se sustituirá por un enfoque de persecución del delito que contribuya a construir Paz Social. Foto EDH / Jessica Orellana

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08 November 2018

“En vez de enfrascarnos en una guerra interminable contra las pandillas, produciendo más muertos, vamos a emprender y ganar la lucha contra la violencia y sus raíces, produciendo inclusión, oportunidades, trabajo y convivencia ciudadana”, afirmó el candidato de Alianza por un Nuevo País y ARENA, Carlos Calleja, ayer en el lanzamiento de su estrategia de seguridad.

El candidato afirmó que se pondrá al frente de los esfuerzos para combatir la inseguridad y la delincuencia que “tanto dolor causa” a las familias salvadoreñas.

 

Agregó que otro de los ejes es la prevención y limpiar el concepto de la represión del enfoque de una guerra, de mano dura, de la militarización de la seguridad pública, y sustituir por un enfoque que busca construir paz social.

La persecución del crimen que necesitamos es la consecuente aplicación de la ley, estrictamente en el marco legal y de los Derechos Humanos

Carlos Calleja, candidato por ARENA y Alianza por un Nuevo País

Se refirió además a los organismo encargados de perseguir el delito e impartir justicia, la propuesta está basada en la eficiencia de la Policía, de la Fiscalía y del Sistema Judicial.

“Vamos a priorizar la investigación y la inteligencia por encima de medidas que son contraproducentes para la prevención”, dijo.

Habló además de una necesidad urgente de una reingeniería de las instituciones de seguridad pública, que incluya la despolitización de la Policía Nacional Civil (PNC) y el reforzamiento de sus mecanismos de control interno.

Lo que se busca es rescatar la vocación civil sobre la seguridad pública, es decir un Ministerio de Seguridad civil que supervise a la Policía y los centros penales. No pueden seguir siendo policías controlándose a si mismos, dice el presidenciable.

“Vamos a apoyar a la PNC, a la Fiscalía y al Sistema Judicial, cuando hablo con policías, con fiscales, con jueces, se desahogan y el principal adversario para ellos no es la delincuencia, es la falta de recursos, de apoyo y de herramientas para poder hacer su trabajo”, aseveró el candidato.

La falta de apoyo del Ejecutivo los hace sentir abandonados, afirmó, al mismo tiempo que dijo que su gobierno será un aliado de entidades como la PNC, la Fiscalía y el Órgano Judicial.

Agregó que organismos como la Policía se han politizado y le han dado trabajo en puestos claves a amigos, lo que ha derivado en una vertiente de nepotismo.

La reingeniería incluye una importante apuesta por la formación profesional de la Policía y de Centros Penales, así como la revisión del sistema de ascensos y de una estructura de incentivos que sea sostenible y dignificante, señaló.

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La estrategia

“No podemos seguir teniendo una de las tasas más altas de homicidios en el mundo, con más de 60 homicidios por cada 100,000 habitantes el año pasado”, dijo Calleja.

Al tiempo que afirmó que no se pueden esperar resultados diferentes si se siguen haciendo las cosas de la misma manera, sin poner la voluntad, el compromiso, la inteligencia, los enfoques audaces, la estrategia coherente, los recursos suficientes, el liderazgo decidido y las personas capaces de sacar al país de esta situación, refiere.

Se comprometió a combatir el crimen con la máxima firmeza y el máximo rigor, pero también, el combate central y decisivo será contra las raíces sociales y estructurales de la violencia, contra la exclusión social, la marginación y la ausencia del Estado como garante de la seguridad y proveedor de servicios de calidad.

“No podemos seguir con una guerra interminable contra las pandillas. Y menos aún podemos seguir viviendo paralizados del miedo”, aseveró el tricolor.

Afirmó tener una visión diferente de la intervención estatal, de la eficacia policial y de la estrategia social que se debe impulsar.

Sin embargo considera que la fuerza represiva contra el crimen seguirá siendo indispensable, para la búsqueda de la seguridad, pero la verdadera fuerza del Estado será llevar la obra pública a toda la población y todos los territorios, sin exclusión alguna.

Para Calleja, urge un cambio de fondo y forma las políticas -y no solo las políticas de seguridad en el sentido estrecho, sino todas las políticas de Gobierno y la jerarquía de prioridades de las inversiones sociales.

La apuesta es invertir en la priorización entre la “represión”, que ha estado durante décadas al centro de la política de seguridad y la “prevención”, que ha sido un complemento sin estrategia, coherencia y sostenibilidad, estima el candidato.

Inversión Social

“Como presidente asumiré la responsabilidad directa sobre este plan, garantizando que el gabinete revise todas las inversiones sociales en educación, salud, juventud, mujeres, caminos rurales, agua, saneamiento y trabajo, para dar prioridad a aquellas que tengan impacto directo y sostenible sobre las comunidades, barrios, asentamientos precarios, cantones con alto grado de pobreza, exclusión e incidencia delincuencial”, señaló.

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La visión es diseñar un plan para transformar estas comunidades, en cuanto a infraestructura y servicios públicos de calidad.

Para esto podría echar mano de la tecnología y la video vigilancia a nivel nacional para controlar territorios en todo el país.

Define esta apuesta como una inversión social focalizada para comunidades vulnerables , para suplir necesidades básicas, trabajando en coordinación con las municipalidades, Adescos y cooperación internacional para cambiar el tejido social del país.

Detalló como ejemplo que darán énfasis a las escuelas que sirven estas comunidades y territorios conflictivos, para convertirlas en escuelas de tiempo completo con extensas actividades complementarias, de tal forma de convertir a las escuelas en los motores de cambio de las comunidades.

Además se priorizarán todas aquellas inversiones y programas que, aparte de tener impacto sobre la pobreza y sobre la generación de buenos trabajos, incidan de forma directa sobre la convivencia ciudadana y la seguridad.

“Esto es nuestro concepto integral de prevención. La única prevención efectiva es que el Estado cumpla con eficiencia todas sus obligaciones, sobre todo con las poblaciones más necesitadas”, detalló.

Se trata de evitar que las personas, sobretodo los jóvenes migren en búsqueda de nuevas y mejores oportunidades.

“Nuestra gente se quiere ir, la caravanas de estas últimas semanas son imágenes fuertes que reflejan lo profundo que hemos caído”, dijo.

Propuesta para el sistema penitenciario

En cuanto a la situación en los centros penales del país, es “insostenible”, detalla Calleja, por eso su Gobierno buscaría crear un sistema carcelario con prioridad de rehabilitación y formación profesional de los internos.

“La mejora de condiciones, prestaciones y equipamiento de los agentes de seguridad es fundamental en nuestra estrategia. Nuestra apuesta es por la Tecno-seguridad” enfatizó.

La recuperación de territorios también está dentro de la agenda de seguridad de Calleja, esta se dará a través de la aplicación de una intervención integral en comunidades, no solo por parte de la PNC, sino por parte de todas las instituciones del Estado.

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“Solo un Estado presente en cuanto a sus servicios puede recuperar el control efectivo de los territorios” afirmó.

Delincuencia, el grillete de la economía

La delincuencia también ha afectado a las empresas de todos los tamaños y a toda la economía del país, según datos presentados ayer por Calleja, siete de cada diez micro y pequeñas empresas se sienten amenazadas por su entorno y cuatro de cada diez son víctimas de algún delito.

“Miles de pequeñas y medianas empresas han cerrado, miles de emprendedores no se han atrevido a comenzar sus negocios, y casi todos los empresarios pagan por dispositivos y servicios de seguridad privada, lo que ha elevado sus costos y ha disminuido su competitividad”, manifiesta.

Cada empresa cerrada y emprendimiento desalentado, cada inversión extranjera que no ha llegado al país por la inseguridad, se ha traducido en empleos perdidos, en freno al crecimiento, en un costo económico que ronda los $4 mil millones al año, y en reiteración del círculo vicioso de la pobreza, lamentó.