Desde tempranas horas de este martes, entre 200 y 250 trabajadores del proyecto hidroeléctrico El Chaparral, no lograron ingresar a la zona, debido a que habitantes de cantones y caseríos de los municipios de Carolina y San Luis de la Reina, en San Miguel, mantienen cerrado el acceso.
Los lugareños realizaron la acción como protesta por el incumplimiento de varios proyectos sociales de CEL, los cuales están relacionados al proyecto El Chaparral.
La principal queja es que una calle de acceso que CEL está pavimentando quedó demasiado estrecha. Según los habitantes, la calle no cumple con lo acordado con las comunidades, en su momento.
Asimismo sostienen que no han construido carreteras y el proyecto de agua potable sigue pendiente.
El proyecto
El hoyo de 50 metros de profundidad que comenzó a cavarse desde hace muchos años, por fin tiene una estructura definida. En él se instalarán dos turbinas de 33 megavatios cada una, y una turbina de 1.42 más pequeña, serán colocadas en cuanto se afine la colocación de varios accesorios que ya fueron llevados al predio.
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Sin embargo, la obra será más cara porque CEL tuvo que mover el dique 670 metros aguas arriba del diseño original y con ello también hacer un megaducto que dirigirá el agua hacia una cámara de carga que almacenará 105 metros cúbicos de agua, que será inyectada a las dos turbinas para generar la energía e inyectarla a la red, según explicó Nelson Villegas, ingeniero jefe del sitio de la presa.
El proyecto está situado en la zona baja de la cuenca hidrográfica del río Torola, entre los municipios de San Luis de La Reina y Carolina, en el departamento de San Miguel.
La presa hidroeléctrica El Chaparral terminará costando $181 millones adicionales con respecto a su precio original, y será entregada diez años después de que se pusiera la primera piedra para su funcionamiento.