La impunidad avala la corrupción en Centroamérica

El comisionado de la CICIG, Iván Velásquez, plantea que de no combatir la corrupción en un gobierno, el siguiente la heredará.

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Foto EDH/ Menly Cortez

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23 October 2018

Las consecuencias de que México y Centroamérica tengan gobiernos corruptos va más allá de la impunidad en los delitos. Para Iván Velásquez Gómez, jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), y Claudio González Guajardo, presidente de Mexicanos contra la corrupción y la Impunidad (MCCI), las violaciones al Estado de Derecho en México y Centroamérica salpican a los nuevos gobiernos a través de un aparato de ilegalidad montado por gobiernos antecesores.

Velásquez y Guajardo fueron panelistas en el Foro Centroamericano de Donantes 2018 organizado por la Fundación International de Seattle. Ambos participaron en la ponencia “Corrupción e Impunidad en Centroamérica”, con base en sus experiencias combatiendo la corrupción desde sus países.

Velásquez habló sobre cómo en Guatemala los gobernantes se apropiaron del Estado con intereses lícitos e ilícitos. “Algunos no solo se apropiaron del Estado para obtener mayores privilegios, sino para garantizarse impunidad. La pregunta es: ‘¿Cuál es el propósito de que sectores de poder mantengan esta impunidad?’”.

Guajardo coincidió con Velásquez sobre esa apropiación ilícita que debilita a la región; no solo a quienes sufren las consecuencias sino a aquellos que participan en ella. “La impunidad se resume en una cifra espantosa; se calcula que para el año 2016 en México, el 96.8 % de los delitos quedaron impunes”. Frente a esto, Guajardo se cuestiona cómo un gobierno puede hablar de Estado de Derecho cuando solo el 3.2 % de los delitos recibe castigo. “En México no existe el Estado de Derecho y creo que se puede decir lo mismo de casi cualquier país de Latinoamérica”.

El ponente sostiene que el que México tenga altos niveles de impunidad, no significa que otras sociedades no sean corruptas también. “Hay corrupción en todo el mundo y la tentación de ser corrupto en todo ser humano. Lo que posiblemente no hay en otras sociedades es un 96 % de delitos impunes”.

Ambos sostuvieron que, de continuar con gobiernos corruptos en Centroamérica y México, las sociedades deberán olvidarse de los derechos humanos, la educación de calidad, la salud de calidad, el desarrollo humano y la seguridad.

La impunidad que señala Guajardo en México no dista de la impunidad en Guatemala. Velásquez dijo que, en ese país, el 90 % de los municipios carece de Fiscalía. En El Salvador, solo un 15 % de asesinatos es llevado a los tribunales y el resto queda en la impunidad.