Nuevas revelaciones están surgiendo el desaparecimiento de la agente de la PNC Carla Ayala por parte de ssus mismos compañeros policías.
“Recibimos los resultados de ADN de las osamentas encontradas en la primera fosa que dieron positivo a Carla Ayala, por lo que se confirma que hubo dos momentos en que se movieron las osamentas”, afirmó Guadalupe Echeverría, jefa de la Unidad Especializada de Delitos de Homicidios y Antipandillas de la Fiscalía.
Esa versión fue confirmada ayer por el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez Landaverde, al afirmar que la agente Ayala permaneció enterrada al menos en dos tumbas distintas.
“Se ha continuado con las diligencias; se ha reforzado la hipótesis de que los imputados hicieron al menos una vez el movimiento del cuerpo a un segundo lugar, lo cual ha quedado establecido a través de la prueba científica”, confirmó el Ministro de Justicia.
Imágenes del día de la exhumación
¿Por qué fue enterrada dos veces?
Tras más de ocho meses de búsqueda, las autoridades revelaron el pasado 7 de septiembre el hallazgo de osamentas en una fosa clandestina en el caserío Los Ríos, cantón Los Hornos, en San Francisco Javier, Usulután, que corresponden a la agente Ayala Palacios, desaparecida la madrugada del 29 de diciembre pasado por uno de sus colegas, el agente Juan Josué Castillo Arévalo, con la complicidad de otros agentes.
Con la exhumación de los restos y su traslado a la sede de los laboratorios de Medicina Legal, donde se realizó las pruebas de ADN, se concluyó que las osamentas halladas corresponden a la policía. Los forenses corroboraron las hipótesis al hacer comparaciones de ADN entre las muestras tomadas a la osamenta y a tres familiares de Carla Ayala.
Es una de las investigaciones más complejas que hemos trabajado en más de 20 años... Por la calidad de los victimarios, que son agentes de una unidad élite
Graciela Sagastume , Coordinadora Fiscal
Según la jefa fiscal Guadalupe Echeverría, “en el caso de Carla Ayala fue todo un esquema de información tecnológica. La ruta era bastante larga, más de 100 kilómetros, lo cual complicó la investigación”.
Cuando el director de la Policía, Howard Cotto, anunció del hallazgo de una de las fosas y en ella osamentas que podrían ser de Ayala, también adelantó que tenían evidencias de que los restos habían sido movidos (en enero) por familiares de Samurái, de una fosa a otra dentro del mismo terreno, al enterarse de que las autoridades estaban cerca de dar con la tumba.
La propiedad donde estaban los restos de la agente desaparecida pertenece a familiares de Samurái.