Alcaldes escépticos ante posible inversión de China

Los habitantes de La Unión no creen que las nuevas relaciones diplomáticas generen inversión en la zona. A muchos habitantes que viven de las remesas familiares les preocupa que las relaciones entre El Salvador y China, afecte el rubro.

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Foto EDH: Insy Mendoza

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31 August 2018

Algunos alcaldes y empresarios de La Unión no toman con entusiasmo la posible inversión que se pueda generar en la zona oriental, después que el gobierno salvadoreño rompiera relaciones diplomáticas con Taiwán y las abriera con China Continental.

A ellos el anuncio no les emociona, sobre todo, porque ningún país ha llevado desarrollo en la zona.

Para el alcalde de La Unión, Ezequiel Milla, dice que el tema de las relaciones diplomáticas es entre países y no puede opinar al respecto. De lo que sí está seguro, es que el municipio tiene necesidades de empleo, de obras y se deben de enfocar en el desarrollo del país.

“No puedo hablar que hay un beneficio, no puedo hablar que perjudican y porqué razón, porque China nunca ha hecho una obra aquí; pero Taiwán tampoco”, aseguró Milla.

El alcalde de la Isla Meanguera del Golfo, Luis Dheming, calificó de “hipócritas” al gobierno central, ya que por muchos años han tenido a toda la gente que reside en las islas del Golfo de Fonseca en el abandono, no han desarrollado proyectos para al sector de la pesca artesanal y no han creado oportunidades de trabajo para miles de familia.

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“Que vengan con las ganas de mojarse los pies en marea seca en el embarcadero de Los Coquitos, La Unión; que sientan y vivan el foco de contaminación que hay y esa es la bienvenida a las islas del Golfo, que seguimos en abandono”, se quejó Dheming.

Julio César Benavides, empresario y coronel retirado del Ejército, califica como mentira que los chinos llevarán desarrollo a la zona oriental porque “ellos vendrán acaparar todo lo que puedan, no es que van dar trabajos; hay que saber qué personas, son los que vienen son comunistas que solo para ellos piensan”, aseguró.

Según Benavides, si se toma la decisión de entregar el Puerto La Unión a empresas chinas, el gobierno “les estará haciendo un regalo”.

Mario Rivas, reside en barrio Las Flores, La Unión, y por muchos años trabajó en el transporte de carga pesada con empresas navieras en Los Estados Unidos. El fue una de las personas que se al inicio pensó que el puerto de La Unión sería el despegue económico para la región e invirtió en la compra de cabezales para ponerlos a trabajar.

Sin embargo, el puerto aún no ha sido concesionado a ninguna empresa y la bonanza económica que esperaba este empresario aún la está esperando

Rivas también es optimista porque los consorcios asiáticos tienen sus propios puertos, barcos, contenedores y ellos se han metido mucho en el mercado americano; por lo que “esperamos que para nosotros sea una gran oportunidad la llegada de China porque ellos tienen capital”, expresó.

Los habitantes de los municipios también se han formado su propia opinión acerca de la posible llegada de empresas chinas en la zona.

Para ellos no es ninguna novedad el interés que tiene la nación asiática, ya que conocen que quieren administrar el Puerto y comprar la isla Perico.

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Lo que les preocupa a los habitantes fueron las declaraciones que dio la embajadora de los Estados Unidos, Jean Manes, de revisar las relaciones entre ambos países. La preocupación surge porque cerca del 70 % de las familias viven de las remesas que envían sus familiares.

En el caserío Chiquín, una comunidad que el 70 % subsiste de las remesas que reciben de los parientes residentes en el exterior, los pobladores se mantienen a la expectativa y preocupados al considerar que las nueva relaciones del gobierno central con los asiáticos puede poner en riesgo la hermandad que por décadas existen entre El Salvador con Estados Unidos.

Evanam Mendoza, pastor de una Iglesia evangélica del caserío, dice que la comunidad es una de las que vive de las remesas y hay preocupación porque la posición de la embajadora norteamericana significa que puede traer consecuencias para las comunidades.

“No se trata solamente de quitar una relación y establecer otra porque le podemos estar haciendo daño a la comunidad y la población esta pensativa, aunque el gobierno no lo quiera pensar así”, opinó.

Como sea, dice, solo están esperando a ver qué pasa.