Al iniciar cada legislatura, los diputados tienen derecho a usar hasta $3,000 durante el año para remodelar sus oficinas. Norman Quijano, de ARENA y Numan Salgado, de GANA dicen que no lo han usado. En el caso del presidente de la Asamblea, el uno de mayo, cuando tomó posesión de su oficina en la octava planta del edificio legislativo, se encontró con que su antecesor, Guillermo Gallegos, de GANA, había retirado equipos y muebles que habían en el despacho presidencial, según denunció Quijano.
Agregó que para ser concurrente con la austeridad que pregona, ni cortinas ha puesto en las ventanas de su oficina y lo mismo ha hecho con los diputados que pidieron remodelación de sus espacios en el edificio de la Asamblea.
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“Inmediatamente encargamos a Servicios Generales a hacer una evaluación y si las cortinas estaban buenas, para qué las va a cambiar y si el escritorio está bien para qué lo va a cambiar, si tiene bueno el televisor para qué pide uno nuevo...”, explicó Quijano.
“Hasta el sofá chuco que tenía aquí abajo (primera planta) es el mismo que tengo allá arriba”, afirmó Salgado.