Florentín Meléndez: "Difundir la Constitución es construir un mejor Estado de Derecho"

El magistrado de la Sala de lo Constitucional consideró que el proyecto de entrega de la Carta Magna favorece la educación cívica y de valores democráticos y republicanos.

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Por Hasmed Sermeño

11 June 2018

El magistrado de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Florentín Meléndez, considera que el programa de difusión de la Constitución de la República ha permitido que la ciudadanía tenga más conocimiento de sus derechos, reconozca el funcionamiento de las instituciones públicas y se inicie un proceso de formación para que los jóvenes participen más en el quehacer político nacional.

En esta entrevista con El Diario de Hoy el magistrado del máximo tribunal salvadoreño considera que la tarea que se ha realizado por nueve años ha permitido llevar el Estado de Derecho a diferentes sectores del país para contribuir a que la ciudadanía conozca más sobre sus derechos y deberes.

- Magistrado, ¿cómo surge la idea de repartir ejemplares de la Constitución de la República a los salvadoreños?

Es una idea particular, no es algo propio de la Sala de lo Constitucional, inicia en 2010 cuanto teníamos un año de haber asumido funciones en la Sala. Fue una idea para llevar el conocimiento de la justicia constitucional a los usuarios, al pueblo, porque este tema de la defensa de la Constitución y el control del poder político desde la ciudadanía no es un patrimonio exclusivo de abogados o profesionales del Derecho, es algo de todos, la idea es que la Constitución se vuelva algo más popular; yo inicié el trabajo de manera voluntaria, los sábados, se lo expliqué a mis colegas magistrados y todo se ha hecho durante ocho años y no solo consistía en regalar Constituciones, sino que dar una charla explicativa a la gente.

- ¿Cómo se conectaban estas ideas de control constitucional con la ciudadanía?

Si es difícil trasladar conceptos jurídicos para personas que no tienen formación de abogado pero he trabajado varios temas de educación popular en materia de derechos humanos y empíricamente he aplicado pedagogía para enseñarle a la gente; lo importante es la formación cívica-democrática para ciudadanos y jóvenes, es una enseñanza necesaria para la juventud y prepararlos para la vida de ciudadanos, se enseña la vida jurídica del país, las reglas fundamentales, las instituciones y se inculca la lectura de la Constitución, sobre todo en dos temas fundamentales:la organización del Estado y los derechos de las personas, eso es lo que la gente debe de saber, porque todos los días se ejerce la libertad de expresión, la alimentación, la movilidad, el trabajo, eso se le explica a la gente, pero sobre todo el valor de ser libres, de luchar y de vivir en condiciones de igualdad porque nadie debe de discriminar a otros, es un tema de conocer derechos pero respetar al resto de individuos de una sociedad...

- ¿Y cómo se conecta todo esto, por ejemplo el tema de las instituciones del Estado, con lugares que están retirados de los núcleos urbanos o las cabeceras del país?

La razón del Estado es el bienestar, es proteger los derechos, que exista justicia, ese es el objetivo de una democracia, servir a la población, no servirse de la gente. Por ello se deben de crear instituciones clave porque se deben de dar saltos de calidad como la educación de valores humanos, éticos, morales, espirituales y todo esto solo se logra enseñando derechos y deberes. También lo que se ha buscado es la construcción de convivencia pacífica y todo esto se logra con educación. Pero otro aspecto, otra vía, es el derecho de acceso a la información pública, porque aunque se tenga un mínimo de enseñanza la gente puede tener el poder de empoderamiento y esto no es un favor, es un derecho que también está plasmado en nuestra Constitución, entonces esto nos deja claro que hay distintas vías donde el Estado se conecta con la gente y la mejor ruta es dar a conocer los derechos que la Constitución reconoce en el país porque difundir la Carta Magna es construir un mejor Estado de Derecho.

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- ¿Cómo ha cambiado la cultura en conocimiento y educación de la Constitución desde que la Sala inició con este servicio de interés público?

Es difícil medirlo y eso lo deberían de hacer centros académicos o los mismos medios de comunicación, pero los cambios en países como el nuestro, donde hay aspectos muy complejos, donde impera la intolerancia, la discriminación, la exclusión social y la violencia es muy difícil lograr cambios de un momento a otro pero sí se pueden medir tendencias como el aumento de la participación ciudadana y los nuevos liderazgos; pero sí creo que, a pesar de esta gravedad y complejidad en la que vivimos, si se observan diferencias, ya no se es tan apático a los problemas sociales y desde mi perspectiva la gente está más involucrada y en esto tiene que ver el acceso a la información pero esto, siendo modestos, también se debe a que la Sala de lo Constitucional ha incidido en los cambios que el país necesita, lo vemos porque ya no solo llegan abogados a presentar demandas sino cualquier ciudadano que llega a ejercer un control sobre temas sociales como la salud, donde hay pacientes con insuficiencia renal o ante la falta de medicamentos o en el tema de acceso a la información donde la Sala, con sus sentencias, ha sentado jurisprudencia. Yo si podría decir que hay una evolución desde la perspectiva de promover la Constitución pero es la sociedad la que tendrá más claro esto. Sin embargo el fruto no es inmediato, hay un tratamiento muy tímido del ministerio de Educación, no está enseñando la Constitución y en esta dinámica también tiene que entrar las universidades, las asociaciones de abogados, todos tienen que hacer una contribución cívica al país a las actuales y futuras generaciones de salvadoreños.

- ¿Cuál es la anécdota que más recuerda de todos estos años en los que repartió la Constitución?

Nunca tuvimos un problema de seguridad, estuvimos bajo la protección de Dios, recorrimos muchos kilómetros, salíamos de madrugada, regresábamos tarde, ningún empleado que participó de este programa de manera voluntaria pidió horas extras, se notaba el compromiso; sí, tuvimos inconvenientes en algunos momentos: donde habíamos emitido sentencias y habían casos donde una alcaldía nos había ofrecido un local pero, al llegar, no nos lo prestaban, entonces terminábamos en los parques y los ciudadanos estaban ahí, nos escuchaban, se sentaban en el suelo, en las piedras, esto fue alentador, nos animó a ir hacia adelante. Quizá la anécdota es que fuimos atacados por perros varias veces, como lo que le pasa a un cartero, fue solo el susto pero sí en algún u otro pueblo nos encontramos con grupos de pandillas pero incluso a ellos les repartimos la Constitución, les explicamos sus derechos, pero lo más gratificante fue cuando familias nos pedían ejemplares de la Constitución para sus parientes, sus padres, sus hijos, eso nos demostró que estábamos haciendo bien el trabajo en este proyecto.