Los coroneles de la Fuerza Armada Héctor Solano Cáceres, David Iglesias Montalvo (destacado en el Estado Mayor) y el teniente coronel Leonel Ascencio Sermeño deberán enfrentar un proceso judicial por los delitos de proposición de homicidio, pretensiones de soborno en el Órgano Judicial (supuestamente por intentar que las víctimas no declararan contra ellos) y agrupaciones ilícitas. Así lo ordenó ayer la Cámara Especializada de lo Penal.
En febrero pasado, la Fiscalía General acusó a los militares ante el Juzgado Especializado de Instrucción “B” de San Salvador de intentar encubrir la tortura de dos jóvenes en Apaneca, Ahuachapán, en 2016, pero la jueza Lorena América Rodríguez los exoneró de cargos.
El argumento de la jueza Rodríguez fue que el Ministerio Público se demoró en la presentación de la declaración de un testigo y en el plazo para terminar de hacer las intervenciones de llamadas telefónicas.
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En esa ocasión, según la Unidad de Prensa del Centro Judicial Isidro Menéndez, la juzgadora solo decidió procesarlos en libertad por agrupaciones ilícitas y no les impuso medida cautelar.
La misma decisión favoreció al policía Santos Agustín Esteban Rosales, destacado en el puesto policial de Apaneca, en Ahuachapán.
La Fiscalía apeló la decisión en el tribunal superior, que rechazó los señalamientos de la jueza y estableció que ella no realizó bien el cómputo, por lo que la Cámara ordenó que se admita toda la prueba presentada por los fiscales.
En la resolución, la Cámara resolvió que existe la probabilidad de que los imputados hayan creado una estructura de crimen organizado para delinquir. Por ello ordenó al juzgado especializado realizar una nueva audiencia donde se “valore nuevamente la totalidad de elementos probatorios, entre los cuales se encuentran las escuchas telefónicas y determine, de manera fundada, la procedencia o no de la medida cautelar”.
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Por este hecho, el año pasado fueron condenados a 14 años de prisión seis soldados, un sargento y un cabo. Un juzgado de Sentencia los encontró culpables de privar de libertad y torturar a dos jóvenes el 3 de junio de 2016, en la colonia San Jorge, en Apaneca. Ellos aseguraron que siguieron órdenes de Solano Cáceres y de Ascencio Sermeño.
La Fiscalía también investiga la relación de los tres altos jefes militares con un grupo de exterminio tras intervenirles llamadas.