El estilo de mando de Donald Trump ha sido desde su llegada la Casa Blanca directo y generador de controversia. Su reciente aviso de supeditar ayudas económicas al trabajo que los países realicen para frenar a la Mara Salvatrucha, ha generado reacciones entre los diputados en El Salvador.
Unos lo ven como alguien que “busca dividir a Latinoamérica”, con sus decisiones. Otros creen que es un llamado de atención para revisar planes y estrategias en la lucha contra la delincuencia, y un legislador advierte que Trump no mencionó a El Salvador, que a pesar de sus “pocos recursos” hace esfuerzos por contrarrestar a las maras.
En lo que convergen los politicos salvadoreños es que cualquier decisión del presidente de EE.UU. es soberana y la respetan, aunque no se comparta.
Trump ha sido claro, su lucha contra los “animales” -como se refiere a la MS- no pretende dar tregua y el miércoles en Long Island, Nueva York, tras estrechar las manos de padres cuyos hijos fueron asesinados por la MS, ha dicho que “vamos a ver la aestructura completa de ayuda y va a cambiar muy radicalmente”.
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Según el presidente EE.UU. cada vez más, pandilleros se van de Centroamerica hacia su país y están infiltrando colegios y escuelas.
El diputado de ARENA, Mauricio Vargas, dice es cierto que se esté dando ese tipo de migración de pandilleros, pero recuerda que “ellos -EE.UU.- también fueron el génesis de las pandillas, no nacieron acá, sin embargo eso no está en discusión”.
Vargas admite que “necesitamos revisar los esquemas y estrategias operativas -en seguridad- para que los resultados sean buenos para los salvadoreños y no tengamos el riesgo de que nos estén señalando desde afuera de inoperantes”.
A su criterio una relación bilateral no debiera ser cuestionada como si se tratase de algo que se da a un “mendigo”.
“El esfuerzo está... bueno, si la embajada dice, si es la abanderada de la voz del Plan El Salvador Seguro, la abanderada de las medidas extraordinarias, aunque estamos en un fracaso, creo realmente que se debe revisar las estrategias que se están aplicando, y es urgente hacer una reingeniería a los planes” de seguridad, dice Vargas.
Estados Unidos es en efecto, uno de los que ha dado su aval a las medidas que se están implementando en seis cárceles salvadoreñas donde los presos son pandilleros, medidas que la Asamblea prolongó en abril por seis meses más.
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El diputado del PCN, José Almendariz, presidente de la Comisión de Seguridad, advierte que Trump no se refirió en particular a El Salvador, “dijo aquellos países que no hagan los esfuerzos para parar ese problema -a las maras”.
Almendariz dice que lo que pasa en El Salvador es cosa de Estado no de Gobierno, “tanto así que la Asamblea Legislativa, el Ejecutivo y el -órgano- Judicial estamos poniendo todo el esfuerzo para combatir este flagelo”, puso de ejemplo que hacen esfuerzos para que se avale el registro de delincuentes que contribuiría a tener mejor control sobre criminales y sospechosos.
“De acuerdo a recursos se tiene que ver lo que estamos haciendo, si tuvieramos más recursos tuvieramos más efectividad”, dice el pecenista.
El también pecenista, Mario Ponce, interpreta que ese tipo de decisiones de Trump lo que zanjan son las relaciones de países y buscan dividir a Latinoamérica. “Si su decisión es aislarse del mundo, de América Latina, esa es su decisión”, y como tal la respetan.
Ponce afirma que los salvadoreños vivimos en un mundo globalizado donde la colaboración contra el crimen organizado “es un esfuerzo mundial”. El diputado dice que no sabe si EEUU, al aislarse, con ello pretende castigar a los países, “no hay democracia perfecta”.
Lo que no comparte es que se pase factura a un país por el daño que un grupo criminal pueda realizar a la sociedad norteamericana.’