La violencia “es el cáncer más grande que enfrentamos”, afirmó el precandidato presidencial de ARENA, Carlos Calleja, y ante eso el empresario se comprometió ayer con la militancia del partido a “combatir con el liderazgo y la fuerza necesaria” al crimen, la corrupción y la impunidad.
“Tenemos que tomar decisiones inteligentes y actuar con fuerza para fortalecer a la Policía, la Fiscalía y apoyar al sistema judicial y tener la visión necesaria para enfrentar con reformas al sistema penitenciario y ver el tema de reinserción como algo necesario”, argumentó Calleja. Para lograrlo, el precandidato arenero sostiene que debe existir unidad de todos los sectores de la sociedad y de las instituciones de seguridad.
Lo anterior pasa también por dotar de más recursos a la Policía, de capacitarlos, de incentivarlos, para que realicen un mejor trabajo y sobre todo, según Calleja, evitar que el crimen los infiltre. “La impunidad es perversa, le abre la puerta a la corrupción y desintegración de todo el sistema judicial, cuando hablo con fiscales, policías y jueces, el adversario principal es una falta de recursos y de apoyo de parte del gobierno central”, acotó.
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El círculo vicioso que termina en los altos índices de criminalidad no terminará sino se combaten la impunidad y la corrupción, reflexionó el aspirante tricolor.
De acuerdo a Calleja, en este punto, el rol que juegan los centros penitenciarios es vital. Considera que hacen falta reformas judiciales que pongan en perspectiva a las cárceles, para que no se conviertan en “academias del crimen. Es importante clasificar a los reos con base a sus crímenes, asegurarnos que no mezclamos asesinos con personas que han cometido crímenes más leves, eso daña el tejido social”, aseguró.
Calleja propuso hacer de las prisiones lugares con “reos productivos”, ya que dice ser fiel creyente que si se desarrolla un sistema de rehabilitación y de reinserción que conlleve la educación y el empleo obligatorio, se podrá sanear las cárceles, reducir el hacinamiento y darles una oportunidad a quienes de verdad quieran reinsertarse a la sociedad.
No es posible, dijo Calleja, que el salvadoreño tenga que poner de sus impuestos $100,000 diarios para mantener a cerca de 35,000 reclusos, “cuando a nuestros hijos en las escuelas públicas les entregamos $0.40 centavos diarios”, de los mismos tributos. Propuso aislar a los pandilleros para que el crimen organizado no salga de las cárceles.
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Dijo estar de acuerdo en que se deben buscar nuevas formas para hacer funcionar los centros penitenciarios hacia el objetivo que tienen de rehabilitación, por lo que no descarta que un Asocio Público Privado pueda ser funcional en este caso.
Agregó que no basta la represión, hay que apostar a la prevención y rehabilitación, pero no con más impuestos que frenan el desarrollo económico. Cree que hay recursos suficientes para dotar a la Policía de tecnología de avanzada y para que la Fuerza Armada retome el control de los territorios tomados por las maras y atacar el problema de raíz con políticas sociales para que los “jóvenes no busquen en las pandillas un nuevo hogar”.