Reacciones de la comunidad católica ante el asesinato de sacerdote

Walter Vásquez Jiménez fue ordenado sacerdote en 2010.

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Por Jaime López

30 March 2018

Walter Vásquez Jiménez, de 31 años, fue asesinado anoche por presuntos pandilleros en el sector de la Casona, cantón Las Ventas de Lolotique en San Miguel.

La muerte de Jiménez ha causado indignación entre la comunidad católica, quienes exigen a la justicia salvadoreña que realice una investigación exhaustiva sobre el caso.

Monseñor José Luis Escobar Alas, catalogó el hecho como un sacrilegio y espera que el caso no quedé en la impunidad.

"Lamentamos mucho que haya muerto el padre Walter Vásquez (...) estamos consternados, muy preocupados por esto que está pasando y pedimos a las autoridades que esclarezcan el caso cuanto antes", dijo.

Explicó que el hecho se puede considerar un sacrilegio porque es un asesinato cometido en tiempo santo y sobre todo porque el padre "era una persona consagrada".

 

El cardenal Gregorio Rosa Chávez, también se sumó al dolor de la familia y comunidad católica, aseguró que el hecho es lamentable.

Explicó que el ataque al padre tiene cierta similitudes con el asesinato del beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero, ya que a Vásquez Jiménez lo asesinaron cuando iba a celebrar una misa y a Monseñor Romero cuando estaba en la celebración.

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"Hay una gran consternación por lo que ha pasado, pedimos que se haga justicia", dijo el cardenal.

La Diócesis de Santiago de María, a través un comunicado, también condenó el hecho y destacó que horas antes el sacerdote había renovado sus promesas sacerdotales.

"Condenamos la violencia de todo tipo, de manera especial este hecho que sucede en el contexto de la celebración de la Semana Santa, a pocas horas de que el padre Walter había renovado sus promesas sacerdotales", describe el comunicado.

Una vida de servicio

El padre era originario del municipío de Lolotique y fue ordenado sacerdote el 13 de febrero de 2010. En la actualidad era vicario de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, situada en el municipio de Mercedes Umaña.

La familia del sacerdote Vásquez Jiménez está integrada por seis hermanos, dos hombres y cuatro mujeres. Aunque sus simientes son religiosos solo Vásquez Jiménez decidió dedicarse al sacerdocio, tenía más de 7 años de servirle a la iglesia Católica, de hecho, horas antes de su asesinato le habían celebrado con un pastel su cumpleaños de vocación.

 

No era de su voluntad sino por mandato de la arqidiocesis de Santiago de María que oficiaría la misa en Las Lajas de Lolotique y cómo no hacerlo, si era su tierra natal afirman sus parientes.

La misión no era solo estar el jueves santos sino todo lo que restaba de la Semana Santa para luego retornar el próximo lunes a su templo asignado en Mercedes Umaña.

Sus restos están siendo velados en la casa de una hermana en barrio San Isidro, Lolotique, San Miguel, a unos cuatro kilómetros de donde fue asesinado.

Un cuñado relató que el padre Vásquez Jiménez es originario de Lolotique y aunque su madre residía en Guadalupe, casi semanalmente visitaba a la familia.

Una sobrina afirmó que Vásquez Jiménez se caracterizaba por sus consejos y su espíritu de amistad en lo que ella consideró una familia muy unida.

Además la vecindad no ha parado de llegar a casa de la hermana donde se realiza el velorio en solidaridad de la familia. Entre tanto, en los alrededores del velorio se desarrollan procesiones con motivo al Viernes Santo.