Las últimas capturas de oficiales de alto rango, acusados por el Ministerio Público de conspiración y de integrar estructuras para tratar de beneficiar a los militares procesados, y luego una conferencia de prensa donde el ministro de Defensa, General David Munguía Payés, junto al Estado mayor Conjunto de la Fuerza Armada pidiendo respeto para la institución armada, muestra lo tenso de la relación entre ambas instituciones.
El ministro de Defensa, Munguía Payés, confesó este lunes que no mantiene buenas relaciones con la Fiscalía General de la República, esto luego de abordar el tema sobre la existencia de supuestos grupos de exterminio dentro de la Fuerza Armada de El Salvador y las recientes capturas de militares de alto rango.
Jefe del Estado Mayor: No cabe en nuestra doctrina la formación de grupos de exterminio, no han existido, ni van a existir. pic.twitter.com/7yxqi0Jwzy
— Min.Defensa Nacional (@MDefensa_SV) 26 de marzo de 2018
“Hay un divorcio con la Fiscalía, con este fiscal (Douglas Meléndez) no ha habido ningún contacto. Los mensajes nos los manda por la prensa y eso no debe ser así”, indicó el funcionario.
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Payés y el jefe de Estado Mayor, Félix Núñez, manifestaron su rechazo porque muchos militares están siendo procesados o purgan “penas injustamente” por uso que la Fiscalía hace de testigos criteriados y aseguran que es deber de ellos proteger a los soldados que son acusados por estos hechos.
Todas estas declaraciones surgieron por las capturas que la FGR efectuó contra tres militares de alto rango, en febrero de este año, vinculados al caso de ocho militares condenados en 2017 a 14 años de prisión, por los delitos de tortura y privación de libertad.
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Los militares fueron identificados como Héctor Solano Cáceres, Leonel Ascensio Sermeño y Cavid Iglesias Montalvo, a quienes el Ministerio Público acusó de dar la orden de retener y torturar a Ángel Edgardo Rodríguez Lucha, de 22 años, y Héctor Orlando C., de 17.
Según las investigaciones, Rodrigo y Orlando sometieron al jefe financiero del Ejército, Federico Reyes Girón, y a su esposa para robarles dinero en efectivo y otras pertenencias en su casa de campo.
Las detenciones y torturas se habrían cometido el 13 de junio de 2016, en la colonia San Jorge, municipio de Apaneca, Ahuachapán.
“Nosotros creemos en la inocencia de nuestros soldados, no los vamos a dejar solos, hasta que sean encontrados culpables (…) Nos incomoda que mediáticamente la Fiscalía juegue con la dignidad y el prestigio de altos funcionarios de la FAES”, agregó Payés.