Las piezas del ajedrez comenzarán a moverse después del 4 de marzo con la nueva legislatura que será la responsable de decidir quiénes serán los nuevos magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). En julio próximo cuatro de los cinco funcionarios dejarán esa instancia, a la que el gobierno ha cuestionado duramente por sus fallos. El partido FMLN en el gobierno, ha manifestado abiertamente que desea mantenerse en el Ejecutivo y lograr el control del Órgano Judicial.
La independencia de los Poderes del Estado garantizan la continuidad de la democracia, por eso organizaciones como el Consorcio por la Transparencia, abogan por elegir a los funcionarios más idóneos e independientes. En esta entrevista el abogado Enrique Anaya, nos revela qué está en juego en las elecciones de magistrados de la Sala, cuál es la importancia de la elección del 4 de marzo para tener a los funcionarios más “probos” y qué reformas legislativas deben aplicarse para lograrlo.
¿Qué está en juego en este momento, ya que este año la Asamblea Legislativa tiene que elegir a los cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional?
Lo que está en juego es el futuro del país, definitivamente un Tribunal, Sala o Corte Constitucional es la última entidad estatal de control del poder, la justificación de una Sala de lo Constitucional es controlar el poder, sino existen magistrados que sean independientes, que sean probos y que sean talentosos, prácticamente el poder actúa sin ningún control.
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Y tenemos ejemplos históricos y en todo el mundo, por citarle dos casos muy recientes, por ejemplo, en Bolivia, el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia, siete días antes de que sus magistrados terminaran su periodo, autorizaron la reelección del señor Evo Morales, porque es un Tribunal sobre el cual no ejercía el control.
En Honduras, las grandes quejas es que la Sala de lo Constitucional de Honduras no controla el poder Ejecutivo y, precisamente, fue la Sala de lo Constitucional que, a pesar de que en la Constitución de Honduras dice en tres artículos, que está prohibida la reelección presidencial, vino la Sala de lo Constitucional y autorizó la reelección y vemos la crisis que está.
Un tribunal integrado por magistrados, insisto, independientes, probos y talentosos, es indispensable para un Estado democrático y de Derecho, por lo tanto, eso es lo que nos estamos jugando este año cuando la próxima legislatura debe elegir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional.
Con ese detalle que menciona y tomando en cuenta lo que pasó en Honduras, para el salvadoreño que emita su voto el 4 de marzo, ¿cuál es la importancia que tiene de elegir a los diputados que también decidirán a la Sala que mantiene el orden en el Poder?
Es importantísimo la decisión de por quién se vota como diputado, que sea una decisión informada y reflexionada, hay que estar atentos y escuchar el discurso de cada candidato a diputado para decir, en realidad, esta persona qué quiere hacer, ¿quieren tener ellos el absoluto control del poder o reconocen que la democracia implica que hay que tener diferentes pesos y contrapesos, hay que escuchar el discurso y, por lo tanto, nuestra sugerencia es ‘piense bien su voto y piense en el futuro no solo de sus hijos y de sus amigos, seleccione candidatos a diputados que tengan un compromiso con la independencia judicial y que no pretenda controlar absolutamente el país.
Hay que informarse, hay que escucharlos, no hay que dejarnos ir por la foto, porque éste es de derecha o de izquierda, afortunadamente como parte de los frutos buenos que nos deja la Sala de lo Constitucional es la elección por rostro, selecciones, votemos, pero que sea un voto informado, que no nos dejemos ir porque llegaron a regalar una camiseta o algo, escuchemos el discurso de cada candidato a diputado y, si escuchamos un atisbo de que quiere controlar absolutamente, yo le digo ‘no voten por él, voten por otro’.
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Como decían desde la Edad Media, El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, por lo tanto, se necesitan diferentes entidades de control y quien tiene la última palabra en el sistema es la Sala de lo Constitucional, necesitamos garantizarnos una Sala de lo Constitucional integrada por magistrados probos.
Con el voto por rostro la Sala delegó en el salvadoreño la oportunidad de decidir candidatos independientes en la Asamblea, pero hemos visto por décadas que las elecciones de segundo grado están siempre muy salpicadas de sesgo político ¿Qué hacer para que estos diputados sean totalmente independientes y lo que realmente significa ser independiente en una Sala de lo Constitucional?
Lo importante es el proceso de selección, le voy a poner un parangón, es como que alguien selecciona al gerente de una empresa, no voy a escoger al que me cae más bien, o el que tiene la cara más bonita, voy a agarrar el currículum, voy a ver cuál es su experiencia, voy a ver el talento que tiene. Lamentablemente la Asamblea Legislativa ha sido reacia a transparentar ese proceso de elección y, por eso, es que al final termina siendo una negociación netamente política, inclusive, sabemos que históricamente la elección en vez de hacerse en la Asamblea, se termina haciendo en una noche en Casa Presidencial.
Hay que ir cambiando el procedimiento, yo que la Asamblea tiene que hacer una mea culpa y decir, ‘estamos en un tiempo diferente, estamos en tiempos de redes sociales, en que todo se tiene que transparentar por parte del Estado, hay que cambiar el procedimiento’, en ese punto, nosotros le hemos dado seguimiento y hasta hemos colaborado con el Consorcio por la Transparencia, quién está haciendo una propuesta de modificación al Reglamento Interior de la Asamblea, donde esté detallado el procedimiento.
En la propuesta de reforma hay cosas muy interesantes, que deben ser entrevistas públicas, no esas entrevistas de cinco minutos que hacen los diputados, se trata de entrevistas públicas de los 30 candidatos que les lleguen y entrevistas duras, que sean abiertas al público, para eso está el canal legislativo, para eso están las redes sociales, que se permita la participación de la ciudadanía, que haga críticas a las personas, eso permite que el que tiene techo de vidrio ya no se presenta, hay que abrir el proceso totalmente y transparentarlo.
La negociación política, siendo la Asamblea el Órgano político por excelencia, no hay duda de que no es posible evitar la negociación política. Eso sí que la negociación política se haga entre los mejores candidatos, no intentar llevar, por así decirlo que un partido político lleve a su peón o a su alfil, a alguien que le va a hacer caso, no, saber que habrá negociación, pero que ésta se haga entre los mejores candidatos.
Hay un pliego de reformas al Reglamento Interno de la Asamblea, que el Consorcio por la Transparencia está preparando y que incluye algo muy importante, y es la forma en como se hacen las entrevistas a los candidatos. Actualmente es una hoja con cinco preguntas de lo más sencillo y eso no le garantiza a un ciudadano que un candidato reúna las condiciones para ser magistrado.
Lo que dice la propuesta es que los académicos puedan sugerir las preguntas y que intervengan. La Asamblea Legislativa hace entrevistas de cinco minutos, cuando el Senado de EE.UU. aprobó el nombramiento de la jueza (Sonia) Sotomayor, hace nueve años en la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, estuvo cuatro días en entrevista, las pasaban por televisión abierta e históricamente cada vez que en Estados Unidos es el sistema que el Presidente propone, porque son nombramientos vitalicios y cuando hay espacio el Presidente propone, son cuatro días o más, y son durísimas y las Asociaciones de abogados investigan al candidato y le mandan información al Senado, y le dicen: tenemos información de este candidato y pregúntele sobre esto y hay todo un debate, porque no se trata sólo simplemente de requisitos: mayor de 40 años, abogado, de eso, hay 12,000 abogados que los cumplimos, lo importante es cumplir el perfil.
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¿Qué perfil es?
Como decía, independiente, probo y talentoso, ese debe ser el perfil, alguien en quien lo podamos ver.
Pero tiene que ser demostrable
Exactamente, no es simplemente porque me cae bien, porque lo vamos a negociar, porque es mi primo, nooooo, veámolo y veamos como funciona en una entrevista dura, por ejemplo, la jueza Sotomayor, antes de ser magistrada de la Corte Suprema era jueza de segunda instancia de tribunales federales, creo que le leyeron todas las sentencias para ver si le encontraban contradicciones como jueza. Lo primero que tendrían que hacer es investigar si las sentencias de esa jueza no son revocadas por la Cámara de Segunda Instancia o no son modificadas por la Sala de lo Civil o de lo Constitucionual, para ver si se trata solamente de un buen juez y ver cuáles han sido las notas obtenidas en el Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ).
Tenemos varios filtros
Tenemos que hacer que funcionen esos filtros, por eso es importantísimo que la Asamblea Legislativa se abra para que permita la participación ciudadana.
Hay una propuesta concreta del FMLN en su plataforma legislativa, que lo más conveniente es que para que tengamos magistrados de la Sala independientes, ellos también sean sometidos al voto popular.
No sé como decirlo en forma respetuosa, lo voy a calificar que es un absurdo político y una tontería jurídica. De mi conocimiento, solamente en Bolivia, precisamente con el Tribunal Constitucional Plurinacional hay elecciones populares para seleccionar a los candidatos a magistrados, sabe que no vota ni el 3% de la gente, no tienen interés. Además, las elecciones populares tienen que ver con otra forma de seleccionar al funcionario, es simpatía, es promesas, porque los políticos prometen, vamos a hacer un parqueo, una calle, vamos a traer al Real Madrid, hace promesas, porque intenta convencer, agradar, pero el rol del magistrado no es ése, un magistrado no tiene por qué caer bien, tampoco vamos a llevar a Hannibal Lecter (personaje de terror) de magistrado, pero tampoco tiene que caer bien, lo importante es que haga su trabajo, que tenga talento jurídico para que haga sentencias bien hechas y que las haga en tiempo, que tenga independencia y que no le de ningún temor que será afectado por sus fallos.