Paciente con cáncer: “Nunca me imaginé que iba a tener esto, nunca, nunca”

Elisa (nombre ficticio). A sus 44 años, Elisa fue diagnosticada con cáncer de ovario y cáncer de colon. A Irma Flores le detectaron cáncer de mama. La vida de estas mujeres cambió después de recibir ese diagnóstico. Ambas comparten sus historias.

descripción de la imagen
El mes de octubre está dedicado a la lucha contra el cáncer de mama.

Por Xenia González Oliva

07 February 2018

“Ay no, tiene cáncer”.

Así le anunciaron a Elisa su enfermedad. A sus 46 años, ha enfrentado dos devastadores diagnósticos: cáncer de ovario y de colon.

Los últimos dos años ha librado distintas batallas, algunas sola, desde una cama en el hospital Rosales, pero también en compañía de otras pacientes y de su familia.

Elisa, nombre ficticio a petición de la paciente, padecía desde hace años colitis nerviosa y estaba acostumbrada a automedicarse; pero el 5 de septiembre de 2015, un dolor incomparable a otros la hizo desfallecer. Su estado preocupó hasta a su doctora, quien la mandó a realizarse una ultra ginecológica y otra abdominal. Elisa fue a una clínica asistencial ubicada cerca del Jardín Botánico, en Antiguo Cuscatlán.

La encargada de tomar las ultras la pasó a un cuarto, primero le hizo la ultra ginecológica. Apenas había terminado cuando, viendo a la pantalla, suspiró como quien se queja del calor del día o del tráfico: “¡Ay no! ¡Tiene cáncer!”.

Elisa se estaba abotonando la blusa. Confundida le preguntó a la técnica si estaba segura. “Por favor, que esté equivocada”, pensó.

Pero la técnica solo la mandó a la oficina de la ginecóloga de la clínica. Ni siquiera vio a Elisa a la cara.

Desde ese momento, la principal preocupación de Elisa ha sido su madre, ¿quién la va a cuidar? Para Elisa es difícil hablar de su dolor y lo que ha sufrido por su enfermedad, pero también la hace llorar el pensar en lo que ha pasado su madre durante los últimos dos años. Dejarla sola ha sido su mayor temor, pero también la razón principal de luchar.

Elisa recuerda el shock del anuncio, pese a sus continuos malestares, la palabra cáncer jamás se había cruzado por su mente. La actitud de la ginecóloga fue distinta. La médico la remitió al Hospital de Maternidad, donde le dejaron la cita para el día siguiente.

El camino a casa fue duro.

“Solo pensaba en Dios. ‘Dios mío, no puede ser. Y ahora ¿quién va a cuidar a mi mamá?’, pensaba. Llegué a la casa y la viejita me dice: ‘¿Qué te dijeron?’”.

Esa noche llegaron todos sus hermanos a la casa. Elisa decidió que iba a ser fuerte frente a su mamá, que pondría todo en manos de Dios y se propuso salir adelante.

Pero las malas noticias continuaron. En Maternidad le hicieron distintos exámenes y descubrieron que además del cáncer de ovario tenía cáncer en el colon. Elisa pasó al hospital Rosales donde fue operada por Rodolfo Canizález, cirujano especialista en coloproctología, y por una especialista en ginecología, para remover los tumores simultáneamente.

El tiempo de recuperación en el hospital llegó a ser desesperante, pero Elisa encontró ángeles. Hizo un grupo muy unido con otras pacientes, con quienes hablaba y rezaba en los momentos más duros. Se ayudaban entre sí para ir al baño.

Después comenzaron las quimioterapias. Elisa recuerda sentirse como una paciente ya desahuciada al ver el estado del lugar donde reciben quimioterapias en el Rosales. Para mejorar su estado de ánimo durante el tratamiento, Elisa veía videos de una sobreviviente de cáncer que enseñaba cómo maquillarse.

“Ver a la gente que ya va superando ayuda bastante”.

Tras meses de haber terminado el tratamiento le detectaron otra masa en el área del intestino dañado y tuvo que ser operada de nuevo en octubre de 2017.

“He luchado estos días, no ha sido fácil”. Pero Elisa quería continuar.