¿Cuál es la relación entre educación y paz?
Nosotros empezamos con la meta de formar maestros para cambiar la cultura de la escuela, sabiendo que en El Salvador solemos enseñar a través del dictado, la copia y la memorización. Entonces nos preguntamos cómo promover ambientes donde los niños puedan opinar, expresarse. En el proceso de alcanzar esas metas nos damos cuenta que los niños en El Salvador, como cualquier niño en el mundo, van a expresarse de sus realidades. Y la realidad para los jóvenes en el país es bastante brutal; no solo la violencia de la pandilla, sino también la violencia de la migración o de la pobreza. Así nos damos cuenta de que no es posible tener un espacio seguro para un niño si este no puede hablar de su realidad.
¿En cuáles actividades se han concentrado para desarrollar esa expresión?
Nuestra metodología está basada en el texto, en un diálogo con base en el texto. El texto, que puede ser un libro o algo escrito por un joven, es un ancla para motivar conversaciones en la que se entienda, se critique, se tenga un desacuerdo pacífico, se sueñe, etc. En el aula tradicional sabemos que todos los cuadernos son iguales por el dictado, eso no es una buena clase. En las aulas de Contextos esperamos que cada cuaderno sea distinto porque cada persona tiene su propia interpretación. Esto sirve como un vínculo a la escritura y los escritos de cada persona es un nuevo provocador para una nueva conversación.
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¿Cuáles son los principales retos que han enfrentado?
El corto tiempo es un gran reto. Vivimos en una época de resultados rápidos cuando la educación es un proceso de generaciones. Tener resultados en dos o tres años es el reto número uno porque sabemos que necesitamos hacer algo urgentemente, aunque necesitemos tener una visión de largo plazo. En segundo lugar, tenemos un enfoque de trauma: creemos que todos somos productos de nuestras realidades y pueden haber traumas grandes o pequeñas situaciones que nos duelen -especialmente durante la adolescencia. Y por tanto un tercer reto sería cómo movernos en el aula de un sistema enfocado en contenidos a uno enfocado en competencias, donde se les invita a expresar su manera de ser, es otro reto enorme.
¿Es la escritura un buena canal para crear empatía?
Sí, en el proceso de escribir hay un proceso de sanación.
¿Te refieres a quienes han estado en actividades ilícitas?
Trabajamos con jóvenes que están privados de libertad en centros de inserción. Sin duda la necesidad de educación es igual dentro que fuera, pero sabemos que hay una relación directa entre la escuela y la cárcel: todos los jóvenes que están en la cárcel ahora estuvieron en la escuela en algún momento. Casi todos los victimarios empezaron como víctimas. Desde nuestro lente no hay dos públicos distintos, son los mismos jóvenes en diferentes momentos de una trayectoria.
¿Qué buscan en Foro Paz?
Motivar una conversación. Hay muchos esfuerzos excelentes pero si seguimos trabajando sin ver cómo colaborar, estamos perdiendo algo. Estamos en Foro Paz para empujarnos.