El Gobierno de El Salvador comenzó hoy con un plan de seguridad y prevención con el que la Policía y el Ejército protegerán unas 1,100 escuelas públicas de las pandillas que asedian al país centroamericano.
Aseguró el ministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde que este plan permitió en el año 2017 reducir "los delitos que más afectan a la comunidad educativa, principalmente el homicidio" y otros como los "daños y robos" a nivel nacional, sin detallar las cifras.
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Ramírez Landaverde explicó que el plan no solo incluye el despliegue de agentes, sino que también el desarrollo de programas de prevención de la violencia y del consumo de drogas al interior de los centros escolares por parte de agentes "debidamente especializados".
Añadió que estas iniciativas dotan a los estudiantes de "conocimientos y habilidades para que se resistan y prevengan la influencia del entorno que muchas veces los llevan a involucrarse en actividades criminales desde temprana edad".
Sostuvo que los principales componentes del programa son "los dispositivos de seguridad", la creación una "ruta segura" fuera de las escuelas para dar seguimiento a los estudiantes a la hora de ingresar y salir de las escuelas.
El ministro de Educación, Carlos Canjura, aprovechó el lanzamiento del programa para llamar a las familias y a las comunidades de donde provienen los estudiantes a ser "los primeros protectores".
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"Debemos estar vigilantes para ver cómo va evolucionando nuestra juventud" y "hacemos el llamado a padres y madres para que asuman este papel de cuidadores de la construcción de los ciudadanos que requerimos para una sociedad con mayores niveles de convivencia", acotó.
El Salvador es uno de los países más violentos del mundo con tasas de asesinatos de 103, 81,7 y 60 por cada 100,000 habitantes en 2015, 2016 y 2017, respectivamente, muertes violentas atribuidas principalmente al accionar de las pandillas.
Fuentes policiales y de maestros consultadas por Acan-Efe señalan que las pandillas infiltran a su miembros menores de edad en las instituciones educativas para reclutar a otros para emplearlos en funciones de vigilancia, cobro de extorsiones, narcotráfico y hasta el sicariato.