Nuevos líderes deben fomentar la cultura de la transparencia

En el cierre de la Semana de la Transparencia, los jóvenes dijeron que en el país debe de existir una transición de debates ideológicos a otros de ideas y propuestas

descripción de la imagen
Foto: EDH

Por Juan José Morales

09 December 2017

En el cierre de la Semana de la Transparencia, jóvenes y miembros de la sociedad civil coincidieron en que en el país es fundamental la formación de nuevos liderazgo que fomenten y mejoren la cultura de la transparencia en el país, garantizando paradigmas de respeto al estado de derecho la participación activa de la ciudadanía en la vida política nacional.

Para ello, el Consorcio por la Transparencia considera que la academia y los círculos familiares son fundamentales en generar conciencia de la importancia de la participación pública, no solo en espacios de debate sino que también en la construcción de procesos de control y auditoria ciudadana, por ejemplo en la elección de funcionarios de segundo grado o magistrados de altas cortes (como la Sala de lo Constitucional).

Mauricio Moncada, un facilitador de procesos de cambio que participó ayer en el último día de la Semana de la Transparencia, exhortó a cambiar el viejo paradigma de que en la política la transparencia es un suicidio político e hizo un llamado a que las nuevas generaciones de liderazgo construyan propuestas pensando en el país.

“Los jóvenes no son el futuro del país , son el presente y desde ya deben de construir cambios, tener un país con altos niveles de transparencia no se hace tan rápido como pedir un taxi, es algo que conlleva procesos de creación de nuevos líderes en diversos aspectos de la vida cotidiana”, analizó Moncada.

Te puede interesar: La brecha entre la transparencia y la corrupción

El conferencista dijo que en El Salvador la gente se queja día a día por la corrupción, sobre todo a nivel de gobierno pero que en ningún momento lo hace cuando esta beneficia o cuando se toman decisiones individuales que terminan afectando un entorno más amplio.

“El ejemplo clásico es cuando la gente, en la calle, hace más tráfico, se cruza de un carril a otro sin importar los derechos del otro, es una conducta donde nuestra una actitud no trasparente y no beneficia en solucionar un problema tan sencillo como el caos vial, eso también pasa en la vida cotidiana cuando la ciudadanía no denuncia y actúa sin medir consecuencias”, añadió Moncada.

Por otra parte, los jóvenes participantes de la jornada de ayer dijeron que en el país se debe de pensar más en un plan de Estado y menos en uno de gobierno porque esto ha demostrado que no soluciona los graves problemas del país como la inseguridad, el costo de la vida, la salud y la educación, entre otros.

“Yo creo que no se trata de reinventar la rueda cada cinco años sino de crear un mejor país, el reto que tenemos los jóvenes de hoy es empezar a trazar una nueva manera de hacer política con soluciones concretas y no con debates ideológicos estériles”, enfatizó Adela Lémus, miembro de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia.

Lee también: La transparencia es clave para modernizar el Estado

 Lémus dijo que se necesita una nueva visión de país donde se sumen distintos actores como el gobierno, el sector privado, la sociedad civil y las universidades ya que, por años, sus acciones han sido aisladas y n o logran conectar con la juventud.

Los participantes de este debate también dijeron que la sociedad salvadoreña sigue teniendo mucho miedo de innovar y que se siente más segura con la forma tradicional de hacer política, a pesar del costo que esta genera.

Crisis de liderazgo

Por otra parte Claudia Umaña, directora ejecutiva de la Fundación Democracia, Transparencia y Justicia (DTJ) consideró que en el país hay un problema de liderazgo político y eso se ve reflejado en las acciones gubernamentales en diferentes coyunturas donde se requiere más compromiso e interés nacional.

“Independientemente de la ideología política en El Salvador se requieren de líderes que permitan atraer con más convicción a la población, si yo digo soy un líder pero nadie me sigue hay un problema de liderazgo, y eso pasa por desarrollar un discurso menos de ataque y más de construcción y de metodología para hacer las cosas, en este país la gente ofrece por doquier pero luego no dicen como van a lograr sus objetivos porque acá, con recursos limitados, hay que saber hacer las cosas”, analizó.

Para Umaña esto también tiene un punto favorable y es que evitará el populismo y el caudillismo como manera fácil de hacer política, además impulsará un debate “de altura” e involucrará a toda la ciudadanía.

“En el país hacen falta objetivos claros, hay una crisis de liderazgo porque no se logra cautivar a la gente y por la maraña institucional y burocrática la gente se aparta de la creatividad, en lugar de estar pensando como crece la economía o como innovamos la gente busca como burlar la administración pública caótica y eso genera corrupción y poca transparencia”, cuestionó la representante de DTJ.

En esta semana las diferentes organizaciones que conforman el Consorcio por la Transparencia hicieron un llamado a la sociedad civil a ejercer más control sobre la elección de los magistrados de la Sala de lo Constitucional y a que instancias como el Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) y las asociaciones de abogados sean más rigurosas en depurar los perfiles de aspirantes.

Ayer los jóvenes también recordaron que en el país se necesita más formación en materia de transparencia desde las escuelas e instituciones de formación superior e hicieron un llamado a la sociedad a que ejerza su derecho de acceso a la información para exigir a los políticos mayor rendición de cuentas.