Ministerio de Salud no quiere venta de comida chatarra en sus clínicas y hospitales

A partirl próximo año entrará en vigencia la normativa que no permitirá la venta de alimentos altos en grasa, sodio y azúcar con altos porcentajes de calorías.

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Por Violeta Rivas

08 December 2017

Una nueva normativa, ahora para el personal del Ministerio de Salud de hospitales públicos y Unidades Comunitarias de Salud Familia, entrará en vigencia a partir del próximo año, en la que prohibirán la venta de comida chatarra, entre ellas bebidas carbonatadas y boquitas.

La implementación de la nueva normativa se debió a los resultados de un estudio realizado en personal del Ministerio de Salud que dio a conocer los altos porcentajes de empleados con sobrepeso y obesidad.

La ministra de Salud, Violeta Menjívar, el pasado 1 de diciembre, dijo que era preocupante los resultados del estudio, ya que presentaba que el 85% de los empleados padecían de ambas enfermedades, por lo que tomarían medidas para contrarrestar estos resultados, entre estos retirar los dispensadores de bebidas carbonatadas.

También, el viceministro de Servicios de Salud, Julio Robles Ticas, manifestó que a partir de enero de 2018, todos los hospitales y unidades de Salud van a estar regulados para que no se venda, ni se practique la venta de comida que no alimenta, ya que las enfermedades crónicas son las más caras y más mortales.

La norma técnica sanitaria para cafetines en establecimientos de Salud, que incluye a los 30 hospitales, y todas las unidades comunitarias de salud familiar que tengan cafetines fue hecha por la directora nacional de Enfermedades No Transmisibles, Argelia Dubón.

Dicha normativa ya está aprobada y firmada por la ministra de Salud, y ya la enviaron al Diario Oficial, la cual entrará en vigencia ocho días después de ser publicada, y a partir de esa fecha los cafetines de los hospitales y unidades de Salud tendrán dos meses para adaptarse a los requerimientos.

En marzo 2018, el Minsal estará verificando el cumplimiento de la normativa. Esto incluye que los cafetines no tendrán permitido la venta de alimentos altos en azúcar, como las gaseosas y té helados, bebidas light, enlatados, entre otras bebidas, así como los que tienen alto contenido de sodio, grasas y alto contenido calórico.

Además no podrán tener propaganda de productos que no están permitidos, y los establecimientos tendrán que pintar y tener más limpios los espacios de venta de alimentos; además, patrocinio y publicidad no están permitidos.

La normativa fue trabajada con la dirección de Regulación, la dirección de Saneamiento Ambiental, y la dirección de Enfermedades No Transmisibles, la cual tiene su marco legal, competencias del código de Salud, los conceptos que se utilizan y lo que se permitirá vender.

“Este no es un capricho, esta es una necesidad, se nos están muriendo cantidad de gente por estas enfermedades, y todas son prevenibles, hay un factor genético, sí, pero lo principal es lo que estamos comiendo”, dijo Dubón.

Juan Tobar, presidente del Colegio Médico, expuso que el sobrepeso y la obesidad son problemas muy delicados, ya que a largo plazo aparecen otras enfermedades como las de tipo metabólicas, o la hipertensión entre tras enfermedades, pero que es un tema difícil de controlar.

“Tiene que crearse una alternativa, porque por ejemplo en el hospital Rosales no hay cafetería, yo creería que una buena forma era cuando se les daba la comida a los empleados y no había necesidad de utilizar las máquinas dispensadoras”, opinó el doctor.

Dubón también explicó que con la normativa están promoviendo el consumo de frutas y verduras, y que algunos de los alimentos permitidos para la venta son las frutas frescas, pero que las frituras profundas como la yuca frita, papas fritas serán permitidos solo dos veces por semana, pero será vigilado.

“La pupusa se puede vender, sí, lo que aquí se prohibe es que le pongan el montón de aceite, mantequilla o manteca, porque a veces usted compra la pupusa y casi está frita”, dijo la directora.

También será vigilado la forma de prepararlos, además de la presentación de menús variados como carnes al vapor o a la plancha, principalmente carnes blancas, y que la carne roja sea ofertada solo una vez por semana.

“Que nos den la comida entonces, que nos den el almuerzo, solo así podrían controlar el tipo de alimentos que consumimos, y hoy ya ni agua buena nos dan. Pero hay personal que ni tiempo de salir a comprar alimentos les quedan por la sobrecarga laboral, y eso no lo ven”, dijo Blanca de Galindo, del sindicato Sigesal.

Por su parte, Carlos Ramos Hinds, del hospital Zacamil, manifestó que hasta hace dos años los hospitales les proveían de alimentos durante los tiempos de comida, pero que desde la nueva gestión en el gobierno les retiraron este beneficio.

“Si retiran las maquinas dispensadoras, que me digan entonces de dónde vamos a conseguir alimentos, cuando no hay ni cafetines ni cocina en los hospitales que nos provean de alimentos al personal que se va a quedar en los turnos. Lo único que refleja es que tiene un divorcio absoluto con la realidad que se vive en los hospitales”, mencionó Ramos Hinds.

Otros de los alimentos que estarán restringidos son los embutidos, los cuales serán poco comercializados, y tampoco permitirán la venta de productos que no tengan viñetas que expliquen el contenido, o productos que tengan alguna advertencia sanitaria.

Dubón comentó que los directores de los hospitales ya conocen la normativa, por lo que antes de firmar el nuevo contrato con los administradores de cafetines tendrán que dar a conocerla. Añadió que ante la negativa de aceptar la nueva normativa por parte de los administradores de cafetines, entonces buscarán a otra personal y en caso de no encontrarlos serán cerrados.

“Nosotros tenemos la expectativa de que esto funcione, y que nuestros empleados y la población que consulta los establecimientos comprenda que es para proteger la salud de la población, y no para hacer un daño o para cerrar el cafetín”, manifestó Dubón.

Brenda Peña, secretaria general del Sindicato de trabajadores de Fosalud ( Sitrafos), comentó que si las autoridades han encontrado problemas de sobrepeso entre los empleados una de las razones es también la sobrecarga laboral, y el poco tiempo para la recreación que tiene los empleados. “El estrés que nosotros manejamos por nuestra profesión, el tipo de casos que atendemos, porque estar ante una persona que está muriendo, o en fase crítica nos provoca estrés lo que nos da ansiedad, y nos dan ganas de comer lo que tenemos a la mano, yo no estoy en contra de que vengan alimentos sanos, pero la sobrecarga laboral también nos afecta”, dijo Peña.

Alcides Gómez, médico del hospital Rosales, explicó que no es con amenazas que van a lograr el objetivo que se proponen, que lo más efectivo sería implementar campañas que promuevan la alimentación saludable.

“La educación y la culturización sí es buena, pero es difícil, porque por lo menos alrededor del hospital Rosales hay muchas ventas ambulantes y prohibieron los cafetines que estaban dentro, entonces, la gente va a seguir comprando afuera”, dijo Gómez.

Argelia Dubón manifestó que en cuanto a las ventas ambulantes que comercializan los alimentos no permitidos no podrán intervenir, pero que será ya parte de la sensibilización y socialización de los usuarios de los hospitales.