Bernd Finke, quien tomó las riendas de la embajada alemana en el país en septiembre del año pasado y sustituyó al embajador Heinrich Haupt, conversa por primera vez con El Diario de Hoy sobre temas de trascendencia nacional y en tono pausado deja clara la política del gobierno de Alemania en El Salvador.
Durante el poco más de un año que lleva en el país, el diplomático ha emitido mensajes clave que hoy amplía y acentúa en esta charla.
El mes pasado usted dijo que hay que volverse “activos” contra la corrupción e impunidad y contra cualquier complicidad. ¿Cómo evalúa su gobierno el combate a la corrupción en El Salvador?
Lo que yo veo es un compromiso fuerte de algunas instituciones salvadoreñas como la Fiscalía General, por ejemplo, de combatir la corrupción. Ya lo sabemos todos que El Salvador no tiene buenas calificaciones en las estadísticas internacionales, entonces hay mucho por hacer en El Salvador como en otros países del mundo, Alemania también, donde el combate a la corrupción es importante para nosotros.
Siempre es importante recordar cuáles son las causas últimas de la corrupción, hay diversas causas: la pobreza, la ignorancia, pero también la avidez.
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En Alemania, por ejemplo, tenemos una política de “cero tolerancia” a la corrupción, esta es una cosa que necesitamos también en El Salvador, porque la corrupción es una manera de robo, es un hurto y no es un pecadillo. La lucha contra la corrupción es estrictamente vinculada a la lucha contra la impunidad en el país y eso tiene un nivel muy alto.
Es muy importante que los corruptos no puedan evadir la ley. No podemos aceptar ninguna forma de complicidad, por ejemplo, cuando hay acusaciones, cuando la Fiscalía investiga una situación; no tiene que haber una inmunidad diplomática para evitar la persecución.
Muchas veces la lucha contra la corrupción es una lucha contra molinos de viento, entonces la Fiscalía merece todo nuestro apoyo. Es muy importante que la Fiscalía y otras instituciones tengan los recursos financieros, de personal, técnicos para cumplir su mandato.
¿Cómo ve el apoyo que le está dando el gobierno a la Fiscalía, a Probidad, y cómo evalúa el trabajo que hacen estas instituciones en el combate a la corrupción?
En vista de la baja calificación en el índice de corrupción es claro que el gobierno y la clase política tiene que hacer más en la lucha contra la corrupción, eso es claro. Pero hay instituciones fuertes en El Salvador, hay un equilibrio que funciona; las diferencias es una cosa muy positiva en El Salvador, de las ventajas relativas que el país tiene.
¿La cooperación alemana puede, en algún momento, verse afectada por no hacer el debido combate contra la corrupción?
La lucha contra la corrupción es una condición, un elemento integral de nuestra cooperación con El Salvador y también en el marco del Sica. Hay un fuerte compromiso de los gobiernos en estos países, pero hay una cierta diferencia entre palabras y acciones en El Salvador, en la región y en Alemania también.
Hace un año decía que “los permanentes ataques políticos contra la Sala (de lo Constitucional) no facilitan la promoción de inversores”. ¿Cree que esos ataques han empeorado en este año?
Hay muchos ataques en el país contra la Sala, también hay ataques contra la Sala Constitucional en Alemania, es una cosa normal en la vida política, pero el problema es que esos ataques no representan ataques sobre la seguridad a la justicia, que es un factor de gran importancia para todos los inversionistas europeos y alemanes.
Las noticias viajan muy rápidamente en un mundo globalizado; cuando hay ataques aquí de ciertos funcionarios contra la Sala esas noticias se saben en Alemania en minutos. Es muy importante que la clase política aquí en el país no olvide que las discusiones internas tienen repercusiones externas.
¿Cómo ve Alemania entonces esos ataques contra la Sala de lo Constitucional?
Esos ataques no ayudan a colocar a El Salvador como un lugar de inversiones, pero también tenemos que ver que hay críticas y el compromiso del gobierno de cumplir con las sentencias de la Sala, esa también es una cosa muy positiva.
El país está en un proceso previo a elegir una nueva Sala y en el caso de Alemania qué gestiones está haciendo o haría para que puedan elegirse magistrados independientes?
Es un asunto interno de El Salvador, pero para nosotros es muy importante que los nuevos magistrados sean completamente comprometidos con el Estado de Derecho, la democracia, la separación de poderes; que sean independientes es la tarea número uno de la nueva Asamblea Nacional. Nosotros somos observadores que seguimos la discusión con mucha atención.
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También hizo un llamado a superar la polarización, sobre todo cuando se avecinan elecciones en el país. ¿Ve algunos visos que esa polarización tienda a bajar o aumentar conforme se acerca más la campaña?
Creo que si. Yo creo que no es posible de superar la polarización, pero también es un factor dentro de la política. La polarización existe en El Salvador como existe en Alemania... Es una cosa muy difícil pero me parece que la polarización es una de las palabras más usadas, no se trata de una polarización política sino ideológica, y tiene sus raíces en el conflicto armado. Como observador internacional yo tengo la sensación que muchos políticos piensan en categorías de “amigo-enemigo”, que ven la vida política como un juego de suma nula. Pero la gente espera que los partidos mejoren su vida, la gente tiene derecho a esto.
¿Cómo ve el escenario preelectoral?
Yo creo que hay una larga lista de desafíos. El país necesita un compromiso y un consenso más fuerte. De un lado hay una necesidad de intensificar el diálogo nacional, pero del otro lado la campaña electoral va a aumentar. Los próximos meses el diálogo nacional no sería más fácil.
¿Cómo ve las políticas que se implementan contra la seguridad en el país?
La violencia en el país es el factor dominante de la imagen del país en el exterior. Después de un año en el país me parece que la inseguridad ocupa toda la sociedad salvadoreña como una cortina de ceniza, destruye la vida de muchos salvadoreños, no solo físicamente sino sicológicamente; está minando las perspectivas de vida, destruye familias, etc. Es un problema muy grave.
La embajada es parte del Consejo de Seguridad para enfrentar ese problema y estamos de acuerdo que se necesita un equilibrio entre: represión, prevención y reinserción. Es muy importante.
¿Cómo ve la forma en la que El Salvador está tratando la crisis fiscal?
La crisis fiscal se genera en gran medida por la crisis política cuando no se obtiene la correlación necesaria para aprobar emisiones de gastos, presupuestos o refinanciar la deuda.
Por eso para nosotros lo más importante es un diálogo entre el gobierno y la Asamblea Legislativa para buscar las medidas ya sea de ingresos o gastos que encuentren con el mayor consenso político. Las crisis se resuelven con diversas acciones pero nunca se logran queriendo poner solo las medidas de un sector.
Necesitamos un enfoque equilibrado de gastos, impuestos y endeudamiento del Estado. Necesitamos un compromiso nacional para resolver prioridades respecto a impuestos, gastos, educación, lucha contra la violencia, etc.