Voluntarios unidos para ayudar a madres de desaparecidos

Criminalista Israel Ticas encabeza proyecto para darles asistencia psicológica

descripción de la imagen
EDH/ Archivo

Por Diana Escalante

12 November 2017

El desamparo gubernamental y la pena que arrastran centenares de mujeres salvadoreñas, quienes buscan desde hace varios meses a sus hijos desaparecidos, ha llevado a un grupo de estudiantes y profesionales voluntarios a poner en marcha un proyecto con el que se les brinda a las madres asistencia médica y psicológica gratuita.

La iniciativa es liderada por el criminalista Israel Ticas, quien ha visto la necesidad de atención que tienen las “víctimas secundarias de la violencia” y que no se les está dando desde el gobierno, según manifiesta. Esto a pesar que el número de extraviados se ha cuadriplicado con respecto a la cifra de desaparecidos que hubo en el conflicto armado, de acuerdo a las estimaciones que él ha hecho.

La Comisión de la Verdad de la Organización de las Naciones Unidas y entidades defensoras de derechos humanos calculan que hubo unas 10 mil desapariciones forzadas en la década de los 80.

Ticas cuenta que ha conocido a las madres beneficiadas con el proyecto por medio del trabajo que realiza en la Fiscalía, donde desde hace más de una década se ha dado a la tarea de extraer de fosas o cementerios clandestinos los cadáveres de personas que fueron asesinadas y enterradas por pandilleros.

La idea de darles asistencia psicológica surgió en 2012, cuando parientes de personas que están perdidas empezaron a frecuentarlo en su oficina o en las remotas escenas donde estaba haciendo las exhumaciones. También lo contactaban a través de sus cuentas de Facebook “Israel Ticas” o “Desaparecidos SOS Internacional” o por mensajes de WhatsApp para hacerle una petición: que les ayudara a encontrar a sus seres queridos.

Vea: Deserción en escuela de Mejicanos, tras asesinatos de hermanos

Cuando se entrevista con estas personas (el 80 % madres) para saber el contexto en el que desaparecieron sus familiares, ellas le cuentan que en las instituciones las han tratado con desidia.

El criminalista les pide una fotografía y las características de las víctimas. Antes de despedirse de las angustiadas señoras les aclara que no puede prometerles que encontrará a sus parientes, pero las exhortaba a que no perdieran la esperanza de hallarlos.

“La iniciativa nace de ver la desesperación y el sufrimiento de esta gente... una madre nunca deja de buscar a sus hijos; tengo un listado de unas 300 mujeres que lo vienen haciendo desde 2004 y otras desde el conflicto armado. El gobierno no hace nada por ellas; cuando vienen a pedirme ayuda no puedo cerrarles las puertas”, dice Ticas.

Muchos profesionales, pero faltan recursos

Las conferencias que el criminalista imparte en diferentes universidades sobre el tema los desaparecidos y las técnicas que utiliza para recuperar los cadáveres de las fosas ilegales le han permitido tener acercamiento con profesionales de diferentes áreas (el 85% psicólogos) y estudiantes que están por graduarse, quienes han decidido sumarse como voluntarios al proyecto.

Ticas explica que con ellos ha logrado conformar un grupo de más de 200 personas que brindan terapias o dan consultas médicas a la gente que vive un calvario por no saber el paradero de sus familiares. “Yo no quiero que las sigan revictimizando, por eso les pregunto a las madres cómo se sienten y cómo las tratan los especialistas; yo llevo un control del tratamiento que reciben las víctimas y del avance que van teniendo porque ya he conocido a madres que me dicen que ya no quieren recibir ayuda por el mal trato que les dan han dado psicólogos de algunas instituciones”, afirma el criminalista.

Las dificultades que los voluntarios enfrentan para realizar esta labor social es la falta de recursos económicos y materiales. Según Ticas, algunas veces su oficina en el Ministerio Público sirvió para que las víctimas tuvieran los encuentros con los médicos o psicólogos, pero para que esto no interfiriera con su trabajo en la institución optaron por citar a las mujeres en las clínicas o casas de los especialistas.

Sin embargo, la demanda cada vez es mayor y se hace necesario disponer de un local donde las madres puedan acudan para recibir sus consultas y llevar sus controles.

En sus cuentas de Facebook, el criminalista ha pedido a los cibernautas que le ayuden a encontrar un inmueble, cuyo alquiler oscile entre los 75 y 100 dólares. Ticas cuenta que lo costeará de su bolsillo y que ya empezó a recibir algunas opciones, pero hasta hoy los establecimientos no han sido idóneos para atender a las víctimas. Sigue la búsqueda.

Lo que le hace falta es mobiliario (escritorios, sillas, computadora, gaveteros, etc.) y espera que a través de las redes sociales más personas puedan sumarse a la iniciativa y brinden su colaboración.