Esposos son asesinados y enterrados en su vivienda

La pareja, que residía en un cantón de Ayutuxtepeque, desapareció el jueves. =

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Miercoles 11 de Octubre de 2017. Encuentran dos cuerpos enterrados en el patio de una casa en la lotificación Monte Víctor ,en Cantón los Lanitos en Ayutuxtepeque, los nombres son : Priscila Sosa y Nelson Ramírez.

Por Diana Escalante

11 October 2017

La denuncia sobre la desaparición de una pareja de esposos dedicada al comercio de productos plásticos, llevó el martes a un grupo de investigadores de la Policía hasta una vivienda del polígono 4 de la lotificación Monte Víctor I, en el cantón Los Llanitos, de Ayutuxtepeque.

Cuando los agentes ingresaron al inmueble descubrieron que la mayoría de pertenencias de Nelson Facundo Ramírez, de 39 años, y Priscila Sosa Mejía, de 32, no estaban. Al llegar al patio notaron que había tierra removida y cuando excavaron un poco descubrieron unos cadáveres.

Como ya estaba anocheciendo, unos policías se quedaron custodiando la casa y un grupo más grande de agentes e investigadores llegó ayer, antes del mediodía, para hacer la excavación.

Varios hombres que portaban palas y piochas se turnaban para ingresar a la casa y desenterrar a las víctimas. Con el paso de las horas, el olor a descomposición empezó a sentirse en los contornos del inmueble y las aves de rapiña empezaron a sobre volar por el lugar.

Los pocos pobladores que caminaban por las angostas calles aledañas en busca del almuerzo se mostraban extrañados al ver a tantos policías, pero no detenían la marcha.

Cerca de la escena, detrás de la cinta amarilla con la que la Policía acordonó el lugar, un agente le explicaba por teléfono a un colega que Nelson y Priscila habían sido asesinados y, luego, sus verdugos les “barrieron la casa, les hurtaron todas sus cosas”.

Desaparecieron el jueves en el centro capitalino

Los parientes de la pareja de esposos no sabían nada de ellos desde el jueves. La última vez que los vieron fue en el centro de San Salvador, en el negocio donde ellos vendían productos plásticos.

Al no tener noticias de ellos, sus allegados acudieron a una sede policial para reportarlos como desaparecidos.

También recurrieron a las redes sociales para pedir a los usuarios que les ayudaran a dar con su paradero. Para ello colocaron una fotografía en la que se ve a los esposos sonrientes, vestidos de fiesta. Sobre ella habían escrito el número de teléfono donde se podía brindar información.

A varios kilómetros de distancia, en un municipio de San Vicente, los parientes de los esposos ya estaban haciendo los preparativos para el velorio, pese a que las autoridades continuaban procesando la escena del doble homicidio. Así lo confirmó a El Diario de Hoy, vía telefónica, una familiar de Priscila.

Esta persona se limitó a confirmar que los esposos eran comerciantes y que no tenían hijos.

Un relato similar dio una vecina de las víctimas, quien aseguró que eran muy cordiales pero se relacionaban poco con los habitantes de la lotificación porque salían a trabajar desde muy temprano y regresaban de noche. Fue por esta misma razón que no le pareció raro cuando dejó de verlos varios días.

Nelson y Priscila vivían en el lugar desde hace varios años; casi siempre se les veía juntos y muy pocas veces recibían visitantes en casa.

El pasaje donde está situada la casa es pequeño, a un costado hay una tortillería y al otro lado un terreno baldío.

Las autoridades informaron que las víctimas podrían haber sido asesinadas a balazos y con arma corto punzante; versión que ha sorprendido a algunos pobladores porque aseguran que no escucharon disparos, ni gritos. Tampoco vieron llegar a nadie en vehículo ni salir con las pertenencias de la pareja.

Sobre el móvil del doble asesinato no se tiene certeza, dijo el fiscal que participó en el reconocimiento de los cadáveres. Una de las hipótesis es que lo cometieron integrantes de la Mara Salvatrucha, la pandilla que acecha esa lotificación y las zonas aledañas.

Las autoridades descartaron que los esposos tuvieran vínculos con estructuras delincuenciales, pero sospechan que podrían haber sido atacadas por ellas. “(Los esposos) no eran mareros, pero ustedes saben que las pandillas por cualquier cosa cometen hechos delictivos”, dijo el fiscal.

Los muros de algunas viviendas de la lotificación Monte Víctor están marcadas con grafitis de la Mara Salvatrucha y en una de ellas lee: “Tenemos el control”.