Septiembre es hoy por hoy el más violento de los nueve meses que van de este año.
La violencia acabó con la vida de 435 personas en los 30 días de septiembre, según cifras de la Policía.
La cifra anterior representa 92 asesinatos más (27% de aumento) en este septiembre que en el mismo mes del año pasado.
Pero el recrudecimiento de esa violencia que es atribuida en su mayoría a las pandillas por parte de las autoridades policiales se vivió en los últimos diez días de septiembre, período en el que 272 de las 435 víctimas de la violencia se registraron en ese plazo que alcanzó un promedio de 27 homicidios por día.
Entre las víctimas de esa espiral de violencia figuraron cinco policías e igual número de militares.
Además, la mayoría de las personas asesinadas en ese período no eran pandilleros ni guardaban ninguna relación con esos grupos criminales, de acuerdo a lo reportado por las autoridades policiales.
Curiosamente ese incremento de los homicidios comenzó cuatro días después de que el gobierno sacara vehículos blindados y más militares a las calles de San Salvador.
El director de la Policía Howard Cotto atribuyó en un primer momento ese aumento a una pugna interna entre pandilleros de la mara Salvatrucha (MS) y disidentes de ese grupo delincuencial que se autodenominan MS 503.
Días después, Cotto cambió la versión al asegurar que las pandillas pretendían presionar al gobierno para que suspendieran las medidas extraordinarias, y en especial las que se mantienen en el sistema penitenciario.
El informe de la Policía detalla además que 2,869 personas murieron de forma violenta entre enero y septiembre, es decir, 1,310 menos que en el mismo período del 2016 en el que se contabilizaron 4,179 muertes violentas.
Ante el recrudecimiento de la violencia en la última semana de septiembre, el ministro de Justicia y Seguridad Pública Mauricio Ramírez Landaverde lo atribuyó a una estrategia del crimen organizado ( las pandillas) para “someter al gobierno y al país a una situación difícil” a medida que se acerca el período electoral.
“El principal objetivo de los grupos delincuenciales que afectan al país es que en la próxima legislatura que tengan que conocer de diferentes proyectos entre ellos las medidas extraordinarias se den por finalizarlas, suavizarlas, o para reducir su impacto tanto en el sistema penitenciario como en el trabajo operativo que las instituciones de Seguridad realizan”, dijo Ramírez Landaverde, y agregó que “todo tiene como propósito impactar en la moral, en el ánimo y por lo tanto en las decisiones de los potenciales futuros diputados o autoridades del país”.
Sostuvo que es el cuarto período en este año en el que la violencia se manifiesta en su máxima expresión por parte de las pandillas.
“A pesar de estos períodos difíciles, este año 2017, hasta hoy los resultados han mejorado respecto al año 2016, de seguir la tendencia como hasta hoy vamos a superar esos resultados”
Por su parte, el criminólogo Ricardo Sosa dijo esta semana que entre el 65 y el 70 por ciento de esa víctimas eran “ciudadanos honrados no relacionados a pandillas ni crimen organizado”.
Consideró que esa escalada de la violencia “se trata de una segunda ofensiva contra los ciudadanos, policías y miembros de la Fuerza Armada en menos de tres meses”.
Arzobispo cuestiona uso de tanquetas en la capital
El arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas cuestionó ayer el despliegue de tanquetas por parte del gobierno para frenar la espiral de violencia que se recrudeció la última semana de septiembre.
“Las medidas que se han tomado seguramente ayudan para resolver la situación, pero no son suficientes”, dijo Escobar Alas, en conferencia de prensa ofrecida después de oficiar la misa dominical en Catedral Metropolitana.
Agregó que “yo sinceramente no las entiendo, el sacar las tanquetas y los tanques de guerra para exhibirlos en los parques no lo entiendo, no alcanzo a comprender cuál es la intención”.
El jerarca católico sostuvo que si bien la población ha mostrado beneplácito por que haya más agentes y soldados en las comunidades, “no me parece que la gran tanqueta sea la manera de enfrentar la situación
Afirmó que el Gobierno debe encontrar los planes a corto y mediano plaza que garanticen la reducción de la violencia.
“Debe estudiarse la mejor forma para combatir el crimen organizado, perseguirlo y combatirlo. Tiene que haber un plan a mediano y largo plazo pero efectivo, donde de verdad cambien las cosas, porque una de las causas fundamentales de la violencia es la exclusión social”, acotó.