Mauricio Funes, su compañera de vida Ada Mitchell Guzmán y tres de sus hijos, cumplieron a principios de este mes un año de haber obtenido asilo político del gobierno de Nicaragua, que dirige Daniel Ortega.
El exmandatario aseguró que la razón de ese beneficio fue debido a que era objeto de persecución política, algo que criticaron diversos analistas y políticos.
Incluso el FMLN y del mismo gobierno se mostraron sorprendidos por el asilo otorgado a Funes y su familia. Eugenio Chicas, Secretario de Comunicaciones de la Presidencia, negó que el gobierno de Salvador Sánchez Cerén lo estuviera persiguiendo.
“Debe tener razones muy fundamentadas el expresidente Funes de persecución política, por otros actores, no por el gobierno”, afirmó hace un año el funcionario presidencial.
Nidia Díaz, diputada y dirigente del partido oficial, señaló en su momento que el exgobernante está siendo objeto de un proceso civil, no de un hostigamiento de carácter político.
Funes está atravesando un proceso de investigación por parte de la Fiscalía, quien lo ha señalado de los delitos de peculado (desvío de fondos públicos), malversación, negociaciones ilícitas y tráfico de influencias, según consta en el oficio número 1646 del Juzgado Quinto de Paz de San Salvador.
A la vez, tiene abierto otro proceso en la Cámara Segunda de lo Civil por presunto enriquecimiento ilícito durante y después de su gestión presidencial (2009-2014).
Luego de que se conociera la decisión del gobierno sandinista de otorgar asilo al exmandatario, este publicó varios mensajes en su cuenta de Twitter para justificarlo, y negó que estuviera intentando huir de la justicia salvadoreña.
Dijo, además, que él fue el que gestionó dicho beneficio. “No mentí sobre el asilo. Decidí tramitarlo el 31 de agosto después de constatar la persecución política que se inicia en mi contra”, acotó.
Funes agregó en ese momento que podría demostrar las “acusaciones arbitrarias” en su contra, por parte de la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia.
El momento en que Funes salió del país coincidió con los allanamientos que la Fiscalía General comenzó a realizar a su vivienda a otros inmuebles propiedad de su amigo Miguel Menéndez, “Mecafé”.
El Ministerio Público le encontró bienes que muestran un estilo de vida lujoso, tales como armas, 80 pares de zapatos, camisas, licores y hasta juguetes. De hecho, las autoridades pillaron un furgón lleno de bienes y muebles del exgobernante que iba rumbo a Nicaragua.
Entre los hallazgos presentados por el Fiscal, Douglas Meléndez, estuvo una caja fuerte donde encontraron una escritura donde Funes le presta $700 mil a Menéndez, uno de los hechos que han dado pie a las indagaciones iniciadas por estilo de vida que lleva el exgobernante.
Otro de los argumentos que dio Funes es que ingresó al vecino país para trabajar como consultor en temas de política, pero al final insistió en que se sentía perseguido.