Fusades advierte que las ventas siguen cayendo

Los sectores de la construcción, comercio e industria fueron los que más mostraron menores ventas, al cierre del primer trimestre de 2017. El IVAE también reflejó menor dinamismo.

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La calle Rubén Darío

Por Magdalena Reyes

28 May 2017

El sondeo empresarial que realiza periódicamente la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), detalla que el indicador de ventas registro saldos negativos lo que se refleja mayormente en los sectores industria, comercio y construcción, únicamente el sector servicios mostró mejoras en su actividad.

En pocas palabras “fueron más las empresas que redujeron sus ventas que las que las aumentaron. La excepción fue el sector servicios que registró un saldo neto muy positivo, que incluso influyó para que el indicador global se mantuviera en el rango positivo alcanzado durante el último trimestre de 2016”, señaló la Fundación.

El problema es que a menores ventas se da menos inversión, o menor reinversión de las ganancias y, por ende, se tiende a cerrar empresas o a prescindir del personal.

El informe revela que fueron 69 sectores productivos los que sufrieron mayor contracción, entre estos se mencionan las actividades de asesoramiento empresarial, fabricación de prendas de vestir, elaboración de alimentos, investigación y seguridad, hilaturas y productos textiles.

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Asimismo, cayó el dinamismo productivo de los sectores de acondicionamiento de edificios, dotación de personal, restaurantes, ventas al por menor, limpieza de edificios, arquitectura e ingeniería, construcción y molienda de granos, entre otros.

De acuerdo con el Informe de Coyuntura Económica de Mayo de 2017, elaborado por Fusades, basándose en cifras del Banco Central de Reserva (BCR), la economía salvadoreña ha continuado creciendo poco.

Según el BCR en 2016 El Salvador creció 2.4 % en términos anuales, menos que el resto de países de la región.

Tanto el índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE), a febrero de 2017, como las cifras de trabajadores cotizantes al ISSS reflejó una fuerte reducción en la actividad económica durante el cuarto trimestre de 2016, que se acentuó en el primer trimestre de 2017.

Jorge Arriaza, director ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), reveló recientemente que “no puede haber crecimiento económico sin estabilidad, pero esto tiene que reflejarse en el bolsillo de los salvadoreños”, apuntó.

Se estima que en el país hay 2.8 millones de personas económicamente activas, de estas únicamente 800 mil están colocados en empleos formales, el resto está en la informalidad.

En la misma línea, Luis Cardenal, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), se quejó de que “los empresarios a pesar de las dificultades, tramitología, persecución que hay por parte del Gobierno, a pesar de eso tenemos que seguir invirtiendo para poder sobrevivir”, destacó Cardenal.

En el mismo Informe de Coyuntura de mayo 2017, Fusades señala que más de 33 mil empleos formales se perdieron entre noviembre 2016 y marzo 2017, y este ajuste real no es “un problema estacional” sino producto de las malas políticas públicas.

Según la institución, utilizando los datos oficiales del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), el registro de cotizantes experimentó una contracción de 33,110 plazas entre noviembre 2016 y marzo 2017.

El economista del Departamento de Estudios Económicos (DEC) de Fusades, Pedro Argumedo, detalló que de las 272 actividades económicas registradas por el ISSS, en el 69.1 % se reportaron menos número de cotizantes, principalmente en actividades con labores cuya paga es cercana al salario mínimo.

Fitch: desafíos latentes

De acuerdo con la calificadora internacional de riesgo Fitch Ratings, El Salvador está enfrascado en una alta polarización política que no le permite alcanzar acuerdos cruciales para el crecimiento económico; aparte de la “no disposición” del gobierno para honrar sus compromisos, tan pronto como en julio próximo, cuando toque realizar otro abono a los Certificados de Inversión Previsional.

Otros desafíos que la calificadora observa en el panorama económico son la delincuencia, la poca confianza en el manejo de las cifras pública; tampoco se ve un claro posicionamiento de la marca país y “no se ven muchos esfuerzos para posicionar al país y hacerlo más atractivo para las inversiones”, dijo Recinos.