BID y Oxfam fomentan el ahorro entre mujeres de las zonas rurales

Conforman grupos de ahorro en sus comunidades, usan los fondos para invertir en proyectos productivos.

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  Mujeres en plena labor diaria realizando distintos tipos trabajo en una fábrica de calzado de Ciudad Delgado

Por Magdalena Reyes

28 May 2017

Varias mujeres han conformado grupos de ahorro en las zonas rurales en cantones y caseríos de diversos municipios, con el proyecto de inclusión financiera que ejecutan en conjunto Oxfam y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN).

Las mujeres reciben capacitación para organizarse y mantener el grupo de ahorro, así como conocer las ventajas de contar con una reserva de dinero.

El programa además busca fortalecer la autoestima, el empoderamiento económico, y la proyección social en la comunidad de las mujeres.

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La idea es que ellas puedan tener fondos para echar a andar pequeños proyectos productivos, tales como cultivos en sus parcelas, elaboración de hamacas y ventas de productos comestibles, entre otros.

BID-FOMIN ha aportado un millón de dólares para la ejecución del programa, que se estime dure entre 36 y 40 meses, Oxfam también ha aportado otro millón de dólares.

“Nuestros fondos no son para créditos ni para ahorros porque el ahorro viene de las personas que ahorran cada semana desde una “cora”, 50 centavos… y así van haciendo su ahorro”, comentó Guillermo Villacorta, especialista del BID.

Desde hace poco más de dos años formaron unos 500 grupos de mujeres, beneficiando a unas ocho mil mujeres, las cuales entre todas han ahorrado más de un millón de dólares.

La idea es de que ellas luego puedan abrir cuentas de ahorro en el sistema financiero.

Con el fondo se otorgan préstamos entre sí

María Elia Cortez, vive en el caserío el desvío de Ocotillo, en Cacaopera, Morazán, y junto con otras 25 mujeres tienen un ahorro comunitario.

Cada una aporta al ahorro desde $0.05 hasta $20 semanales, ella particularmente cada ocho días guarda $5.

La mujer se dedica normalmente a hacer hamacas para un taller y del pago que recibe destina una parte para guardar.

“Se aprende a ahorrar, en la casa uno solo no puede ahorrar y es bonito porque uno se propone una meta al final”, menciona María Elia.

Los fondos ahorrados le sirve a la comunidad femenina para hacer préstamos entre ellas, para lo cual establecen un consenso entre todas las mujeres, y quien pide los fondos debe aclarar para qué los quiere y el periodo de tiempo en el que proyecta pagarlos.

Los montos de préstamos son variables, y van desde $25 hasta $100, con el 5% de interés mensual, y se dan para un plazo máximo de tres meses.

Los fondos son usados básicamente para comprar insumos para hacer hamacas y para compras de víveres de la canasta básica.

En el grupo de María Elia están ahorrando desde 2013, tiempo el que han otorgado 15 préstamos entre ellas.

Cada año se entregan los ahorros individuales y, al final del año, las mujeres de la comunidad se reparten equitativamente “los centavitos” que han ganado en concepto de intereses.