El gobierno de Estados Unidos recortó la ayuda económica que da a El Salvador y a otros países de la región en el presupuesto que presentó ayer y que debe ser aprobado por el Congreso estadounidense.
La primera propuesta presupuestaria del presidente de EE.UU., Donald Trump, incluye un sustancial recorte a la ayuda exterior a Latinoamérica, con reducciones a la asistencia proporcionada a todos los países del continente, especialmente en Centroamérica y México.
El Salvador recibiría 46.3 millones, frente a los 67.9 que recibió en el año fiscal 2016; mientras que países vecinos como Guatemala obtendría 80.7 millones de dólares, frente a los 131.2 millones anteriores, y Honduras se quedaría con 67.8 millones frente a los 98.2 de 2016).
Pero Nicaragua recibiría mucho menos, ya que le asignarían 200,000 dólares, frente a los 10 millones del año fiscal 2016; Costa Rica obtendría 400,000 dólares y no el 1.8 millones del año anterior; y Panamá recibiría 1.2 millones en vez de 3.3 millones anteriores.
Falta aval del Congreso
El presupuesto, que el gobierno de EE.UU. presentó ayer, debe ser aprobado por el Congreso y podría sufrir cambios.
En el plan de gasto concede 37,600 millones de dólares al Departamento de Estado, de los cuales 1,093 millones van a parar a las operaciones en el continente americano y el Caribe, lo que significa un descenso de 614 millones respecto al año fiscal 2016.
“Hay una reducción, pero aún así se está dando prioridad a los programas centrados en complicar la actividad de las organizaciones criminales trasnacionales, fortalecer la seguridad fronteriza y combatir la corrupción”, dijo el director de la oficina de ayuda exterior del Departamento de Estado, Hari Sastry, en una conferencia de prensa telefónica a medios internacionales.
Sastry prometió que Estados Unidos seguirá “haciendo frente a las causas de raíz” que generan la emigración en el triángulo norte de Centroamérica.