Investigación fiscal: Hijo de “Chepe Diablo” lavó $30 mlls.

José Adán Salazar Martínez es uno de los imputados ausentes en el proceso por lavado. Solo en seis años, de acuerdo con investigaciones, hizo depósitos por $9 millones.

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Juicio contra José Adán Salazar.

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12 April 2017

José Adán Salazar Martínez, hijo de Chepe Diablo, movió 30 millones 41 mil 344 dólares en el sistema bancario, siendo cuatro instituciones financieras que más utilizó para las transacciones. Estos depósitos se hicieron entre los años 2003 y 2015.

El análisis financiero de los movimientos de dinero por cada año se estableció que Salazar Martínez realizó depósitos por 30 millones 41 mil 344 dólares y retiros en el orden de los 30 millones 37 mil 637 dólares, obteniendo saldos negativos en algunas cuentas, pero por la razón del sobregiro de las cuentas corrientes.

Lo que llama la atención de la Fiscalía es que entre los años 2003 y 2009, Salazar Martínez realizó depósitos de 9 millones 400 mil de dólares, pero que no pudo respaldar desde la actividad económica declarada al fisco.

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Las investigaciones fiscales han determinado que ese dinero proceden de las cuentas de José Adán Salazar Umaña, su padre, a raíz de que se detectaron una serie de transacciones de las cuentas de éste último a las cuentas de Salazar Martínez, según la documentación de respaldo de las cuentas de éste último.

Los análisis financieros de los años 2011 y 2012 se detectó un crecimiento significativo de los ingresos en sus cuentas de ahorro y corriente. Entre los años 2009, 2010 y 2013, a Salazar Martínez le donaron tres gasolineras, una cada año, pero en los dos primeros años sus ingresos disminuyeron considerablemente, lo cual no es razonable.

Entre los años 2005 y 2007, Salazar Martínez gestionó dos préstamos con un monto total de 600,000 dólares. Uno de los créditos otorgados fue considerado como préstamo prepago, porque lo pagó mucho antes de la fecha de vencimiento.

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Este préstamo de 200,000 dólares fue otorgado el 10 de diciembre de 2007 para ser cancelado el 4 de diciembre de 2022, pero fue cancelado el 4 de diciembre de 2015.

Otro de los datos que llama la atención de la Fiscalía es que al momento de que Salazar Martínez adquiere esos préstamos, él tenía bajos ingresos, puesto que dependía de sueldos y salarios. Además, los técnicos contables de la Fiscalía establecieron que los dos préstamos no fueron depositados en sus cuentas.

En la información tributaria de Salazar Martínez, entre los años 2003 y 2015, se determina que en los años de 2006 al 2011, solo presenta ingresos por salarios, gratificaciones y comisiones.

Luego para los años 2010 al 2014 declaró ingresos por actividades de servicios, y comerciales entre los años 2011 al 2014. También declaró en los ejercicios fiscales de 2010, 2011 y 2013 ingresos de otras rentas gravadas.

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Uno de los hallazgos de los análisis financieros es que los ingresos de Salazar Martínez crecieron en un 3,407 por ciento en el 2010 con respecto al 2009 y los ingresos del 2011 con relación al 2010 aumentaron en el orden del 1,520, debido a que cambia de su actividad económica, ya que en el 2010 su padre le dona una gasolinera.

Otros de los hallazgos fue que Salazar Martínez fue socio o miembro de las juntas directivas de seis empresas entre los años 2003 y 2015. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda solo tiene registro que ha participado en cuatro de las empresas.

Documentos físicos, según la Fiscalía, demuestran que participó en otras dos empresas, de las cuales una fue inscrita pero no operó. Otras dos empresas ya dejaron de funcionar en la actualidad.

Salazar Martínez invirtió 772 mil dólares en la compra de siete inmuebles, de los cuales tres fueron donados por su padre José Adán Salazar Umaña. El valor de estas tres propiedades asciende a 522,500 dólares.

Los técnicos de la Fiscalía General advirtieron una serie de situaciones anómalas como por ejemplo el caso de una propiedad adquirida en diciembre de 2007 por valor de 210,000 dólares a la sociedad Salazar Romero, pero en ese año, Salazar Martínez no contaba con la capacidad económica para comprarla.

Se estableció además que entre los años 2006 y 2010, Salazar Martínez no tenía la capacidad económica para obtener los referidos inmuebles. Además las posibles utilidades que el podría haber recibido, no logran respaldar el costo de los bienes inmuebles, por lo que se desconoce el origen del dinero para la compra de esas propiedades.

También se verificó si el dinero para la adquisición de las propiedades había salido de sus cuentas bancarias, pero no se encontraron ningún tipo de salida de dinero de las mismas.

La Fiscalía señala que Salazar Martínez habría incurrido en el delito de lavado de dinero ya que con los ingresos lícitos que ha tenido entre los años 2003 y 2013 no ha podido justificar el incremento patrimonial que ha tenido en el referido período y además porque se desconoce el origen lícito del dinero.