"Los jóvenes quieren hacer política, pero no la tradicional"

Según los miembros de la iniciativa 3DSV, el desencanto con la política tradicional lleva a la juventud salvadoreña a descubrir nuevas formas de tener incidencia en su sociedad.

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Marlon Anzora

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12 August 2016

La juventud salvadoreña está mostrando interés por participar en la política, pero está explorando nuevas formas de tener una incidencia, de acuerdo al director de la iniciativa 3DSV, Marlon Anzora, quien participó en la entrevista radial Pencho y Aída. 

La iniciativa Debate, Diálogo y Democracia (3DSV), formada por las organizaciones Global Shapers, Xpressate.net, Censura Cero y la Juventud Social Demócrata, culminó en julio pasado una ronda de debates en cuatro regiones del país, en la cual se tocaron temas como participación política, salud sexual y reproductiva, políticas medioambientales, la política de seguridad y la reciente anulación de la ley de amnistía, entre otros.

Según Anzora, en los tres años que llevan haciendo debates a nivel nacional es notorio que "los partidos y las escuelas no han sido capaces de vincular a los jóvenes a la comunidad". Esto, combinado con el desencanto con la política tradicional, están logrando que las nuevas generaciones encuentren nuevas formas de organizarse y estos espacios son propicios para ello.

Según Emilio Orellana, uno de los organizadores de 3DSV y moderador de los debates, estas nuevas formas de hacer política son oportunas para que inciativas como esta debatan aquellos "tabúes" políticos que a la juventud le "enseñaron" a no cuestionar.

"Nos han educado teniendo miedo a no ofender a nadie con nuestra opinión", señala Orellana, quien afirma que el 3DSV busca romper esa cultura sin miedo a que existan disensos.

Estado del debate a nivel nacional

Margarita Valdés, coordinadora del proyecto, explicó que los participantes de las cuatro regiones del país tienen entre 19 y 30 años y en su mayoría eran miembros de organizaciones de sociedad civil, partidos políticos o fundaciones con propósitos sociales.

A su juicio, la participación de mujeres fue un reto, pues siempre eran minoría en las mesas, pero sostuvo que "sus intervenciones eran generalmente las más firmes en los debates".

Otro de los hallazgos que resalta Valdés es que "el joven no solo quiere emprender proyectos con aquellos que piensan igual", lo cual para los organizadores de 3DSV es un rompimiento con la polarización tradicional que ha habido en El Salvador.

Asimismo, aclaró que con las rondas de debate buscan acercar a "jóvenes que solo se atacaban en redes sociales, para que discutan abiertamente". Con estos insumos piensan construir una agenda de temas de interés juvenil de cara a un gran debate nacional, que podría darse el próximo año.

Consensos y disensos

A lo largo de las tres ediciones del 3DSV, se han discutido temas que suelen ser polémicos para los salvadoreños. Según el director del programa, a pesar del desencanto con la política actual, en aquellas áreas donde los partidos políticos ya han creado un relato, los jóvenes tienden a replicar esas posturas y a alejarse entre ellos. "Uno de esos temas son los programas sociales", dijo.

En otros temas donde no hay posturas firmes, hubo más espacio para el debate y para posturas originales de los jóvenes, como fue la legalización de sustancias como la marihuana, la cual se debatió en la edición de 2015 del proyecto.

Sin embargo, a su juicio, lo valioso de la experiencia no es encausar las opiniones a uno u otro lado sino generar el hábito democrático de una cultura de diálogo para continuar "formándonos democráticamente".

Emilio Orellana validó estas palabras y dijo que gracias a iniciativas como el 3DSV se cambia la dinámica del poder, pues "la incidencia no solo se da de arriba para abajo o con políticas públicas. Se debe trabajar transformando las comunidades. Ya le demostramos a los jóvenes que podemos convivir. Estos jóvenes son los que después le exigen resultados a sus políticos".

Esto, según Margarita Valdés, es importante pues educa a la gente a demandar un mejor desempeño en el sector público y dejar de conformarse con "el menos peor de los candidatos".

Gracias a una alianza con el Fondo de Democracia de las Naciones Unidas (UNDEF), el proyecto continuará su trabajo con talleres de cultura democrática y acceso a la información a lo largo del país y los debates retornarán en 2017.