Entre el 18 y 31 de mayo los profesores que imparten primer grado en los centros educativos públicos y privados del país tendrán que cumplir una tarea: medir la estatura y pesar a los niños que atienden en sus respectivas secciones. Eso es lo que establece una circular que ha girado el Ministerio de Educación (Mined) a los directores de escuelas y colegios del país.
Esa acción es parte del IV Censo Nacional de Talla y del I Censo Nacional de Peso, que impulsarán el Mined junto con el Ministerio de Salud, con el apoyo técnico y financiero del Programa Mundial de Alimentos, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Panamericana de la Salud, entre otros organismos.
De acuerdo a la circular que el Mined envió, con fecha 19 de abril, a los responsables de las instituciones educativas, el objetivo de los censos es “determinar la prevalencia nacional, departamental y municipal del retardo en talla o desnutrición crónica (talla y edad) y la prevalencia del sobrepeso y obesidad (peso y talla)”.
Según los datos del Mined son alrededor de 7 mil educadores los que, previa capacitación, estarán encargados de tomar las medidas a a más de 130 mil infantes que atienden ese grado.
La circular, firmada por el ministro de educación Carlos Canjura, detalla que esto permitirá disponer de información actualizada, suficiente y oportuna para la toma de decisiones y priorización de acciones.
Antecedentes
El primer censo nacional de talla se realizó en 1988. En ese momento se evaluó el retardo de talla en 120,457 escolares. El último se levantó el 25 de abril de 2007; participaron 7,350 docentes y se cubrió a 167,224 niños (148,313 del sector público y 18,911 del sector privado).
En el censo de 2007 se identificó que a nivel nacional la prevalencia de retardo en talla (indicador de desnutrición crónica) encontrado fue de 15.52 %, cuatro puntos porcentuales por debajo del indicador que se estableció en el censo de 2000.
La doctora Zaída Lissette Ferrufino de Rivera, especialista en el tema de nutrición, explicó que el censo es muy importante, porque los pediatras y quienes trabajan en su área van a tener la oportunidad de contar con tablas de peso y talla acordes a la población salvadoreña, y porque se va a poder tener un diagnóstico de la situación nutricional de la población infantil.
“Antes considero yo que eran niños con desnutrición (los que prevalecían), y me atrevería a decir que ahora hay más niños con obesidad”, apuntó la doctora.
Efectos de la desnutrición
La profesional detalla que la desnutrición en los niños afecta su crecimiento y desarrollo: “Son niños que generalmente se quedan pequeñitos, son más propensos a enfermedades infecto contagiosas, se enferman más”.
También apunta que en el caso de los niños con obesidad tienden a desarrollar enfermedades como hipertensión y diabetes y tienen problemas de circulación sanguínea y sicológicos.
La profesora Roxana Muñoz, del Centro Escolar Sector Unido, del cantón San Luis Mariona, explicó que según las instrucciones dadas por el Mined los profesores de primer grado deberán contar con el apoyo de otro colega para hacer la medición.
“La medida se va a hacer el 18 de mayo y el peso el 23 de mayo. Ese día se van a recoger las básculas en la oficina de asesoría y se trasladarán a los centros educativos, pero luego se devolverán junto con el censo llenado por el docente y el director”, precisa la educadora.
Muñoz sostiene que es una tarea sencilla porque las indicaciones están claras, pero recalca que hubiera sido mejor que por cuestiones de precisión lo hiciera alguien que conoce más del tema.
De acuerdo a lo expuesto por la docente, este año recibieron indicaciones de bajar el nivel de azúcar que se utiliza en preparar los alimentos de los escolares, que en lugar de azúcar blanca se utilice morena y que reduzcan el uso del aceite a la hora de cocinar.