Ayer por la mañana, la municipalidad de San Salvador movilizó maquinaria pesada, a decenas de sus empleados, agentes del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM) y cerró el centro capitalino para anunciar la “revitalización del Centro Histórico”.
Durante todo el día ni un solo puesto fue desalojado o reubicado, pero sí se causó un descomunal congestionamientos en la capital, que duró varias horas.
Miles de automovilistas particulares y del transporte público se vieron atascados en sendos congestionamientos en todas las arterias de entrada y salida al centro de la capital.
En las estaciones de radio, los automovilistas llamaban desesperados preguntando qué pasaba y pidiendo alguna ruta alternativa libre para salir de los atascos. No había ninguna.
Agentes de tránsito, delegados del Viceministerio de Transporte y hasta agentes del CAM, se vieron imposibilitados de agilizar el tráfico, que quedó prácticamente paralizado por varias horas.
Mientras, el alcalde capitalino explicaba su proyecto frente al Palacio Nacional, en el que dijo que invertirá en su primera etapa 100 millones de dólares.
Afirmó que realizaría un reordenamiento de casi 3 mil vendedores y que será “voluntario”.
Pero ayer no se observó a ninguno de los vendedores desmontando sus puestos, ni con intenciones de hacerlo.
Es más, muchos vendedores se mostraron sorprendidos por la enorme movilización de personal municipal desde tempranas horas. La mayoría de vendedores abrió sus puestos como un día normal, sin pensar en quitarlos.
Sorprendidos
Algunos vendedores que fueron entrevistados, dijeron que “no sabían nada” y que desconocían los planes de la comuna.
Tras terminar el discurso del alcalde, los empleados municipales se concentraron en la Plaza Gerardo Barrios y al ser consultados en donde iniciarían el desalojo de ventas, manifestaban desconocer “porque no les habían dicho nada”.
Tras hacer fila y recibir su desayuno, los empleados municipales de desechos sólidos, se retiraron de la zona sin ejecutar ninguna acción.
La maquinaria pesada y varios camiones que habían sido estacionados frente a la Catedral Metropolitana, también se retiraron de la zona.
Las calles cerradas al tráfico normal, fueron reabiertas.
La única acción que se vio en el centro fue la de empleados de la comuna, que instalaron dos vallas, que fueron ancladas a la calle y acera y en las que se leía “Revitalización del Centro Histórico”.
Una fue colocada en la esquina de la 2a. Calle Oriente y la otra en la zona peatonal de la calle Arce, cerca de la Plaza Morazán.
Cuando estaban siendo instaladas esas vallas, un grupo de vendedores se acercó para cuestionar a los empleados municipales el porqué de las mismas.
Criticaron que no se les haya dicho nada al respecto y que desconocían adonde serían llevados.
Extraoficialmente se informó que en donde estaban dichas vallas, se iniciaría el desalojo de las ventas.
Al ser consultado el edil por periodistas sobre donde serían reubicadas las ventas informales de dichas zonas, afirmó que ocuparán el mercado Cuscatlán, un nuevo mercado que construirán en el Parque Hula-Hula, y en el predio de la ex Biblioteca.
Durante la gestión del edil Norman Quijano, el parque Hula Hula fue limpiado de ventas y se informó que había un proyecto de construir un mercado en ese lugar.
A muchos vendedores que se espera sean removidos, los instalarán en las galeras construidas recientemente en zonas recuperadas por anteriores gestiones municipales.
Dichas galeras han sido construidas en la zona del pasaje Montalvo, frente a la Plaza 14 de Julio y en un tramo de la calle Arce.
Propietarios de los negocios formales, han criticado que se les haya instalado nuevos puestos informales frente a sus establecimientos, ya que invirtieron dinero para remozar sus fachadas.
También han criticado que tras instalarse esos nuevos puestos, han tenido una notable baja en sus ventas.
A las criticas sobre la reubicación de ventas frente a los negocios formales en el centro capitalino, se unió la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador.
La gremial critica que se estén dando soluciones temporales y no permanentes (ver nota aparte).
Los vendedores informales poco a poco han ido invadiendo zonas recuperadas por las gestiones municipales anteriores, entre estas la calle Arce, en la que la Junta de Andalucía invirtió miles de dólares para su revitalización.
La semana pasada, la municipalidad construyó una galera en la referida calle, lo que para los dueños de negocios formales ha representado un retroceso en el reordenamiento de la ciudad.
Al final del día, ninguna de las ventas informales del centro fue reubicada.
Ciudadanos temen un nuevo caos en el tráfico, cuando las trasladen.