Con misas recuerdan vida y obra de Felicidad Salazar - Simpson

La primera misa se realizó en el seno del Colegio Arrupe; Otra eucaristía se llevó a cabo en la capilla San Benito de esta ciudad. Docentes y personal destacaron el alcance de su legado en el país

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 La comunidad educativa del Colegio Español Padre Arrupe

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19 April 2016

Con marcada tristeza y congoja los miembros de la Fundación Padre Arrupe y del Colegio Español Padre Arrupe, participaron este martes en dos eucaristías por el alma  de Doña Felicidad Salazar – Simpson, quien acompañó a su hermano, el sacerdote Juan Ricardo, en la creación de este centro educativo privado y tras el fallecimiento de este, en su posterior expansión.

Doña Felicidad Salazar – Simpson, quien nació el 27 de diciembre de 1944, falleció el pasado sábado en Madrid, España, a los 73 años. Sus cenizas fueron sepultadas en el panteón familiar de la Iglesia de San Pedro, en Gijón, Asturias, en donde también descansan las de su esposo, Ramón Rato.

La primera de las misas se realizó como estaba previsto a las 10:00 de la mañana en el polideportivo del colegio, y la segunda en la capilla San Benito, de La Colonia Escalón, a las 5:30 de la tarde.

Así, por la mañana, bajo el más estricto orden, los más de mil 500 estudiantes, los 105 profesores, el personal administrativo del colegio y padres de familia, asistieron a la ceremonia en el colegio, la cual fue presidida por el padre Fabio Isaías Márquez.

En la misa destacó la presencia de Don José Panadés Vidrí, presidente de la Fundación Padre Arrupe El Salvador, quien previo a los oficios, resaltó la obra de los hermanos Salazar – Simpson y la especial dedicación de Doña Felicidad en beneficio de los niños y adolescentes del sector.

“Ella principalmente, ha sido la autora de que esto creciera de la forma en que ha crecido y sobre todo en una zona como Soyapango y ayudando a estos niños, que son creo yo los que más lo necesitan en la República”, explicó Panadés Vidrí.

Y es que cuando el sacerdote Juan Ricardo falleció en 1999, sólo había un edificio, pero tras los esfuerzos y gestiones de Doña Felicidad, como presidenta de la Fundación Padre Arrupe en España, hoy en día hay  14 construcciones, entre edificios de aulas, administrativo, cancha de fútbol, la clínica, restaurante, entre otros.

Don José Panadés, explicó que a la muerte de Doña Felicidad, será su hija Aurora, la que tomará las riendas de la Fundación y continuará potenciando el legado de la familia.

Santiago Nogales, director académico del colegio, expuso que “lo que más admiraba y recuerdo de Doña Felicidad, es su entrega, su capacidad de trabajo y su esfuerzo”.

De igual forma Nogales explica que algo que le ha marcado mucho es el compromiso que ella tenía con los niños: “No se lo tomaba como cualquier cosa, se lo tomaba como lo más importante de su vida. Eso es un claro ejemplo”, dijo.

Para Consuelo Carolina Molina, docente de informática, el fallecimiento de la fundadora del centro “ha sido un gran impacto” y “realmente nos sentimos bastante tristes”. 

La misa de las 5:20 p.m., que se llevó a cabo en la Capilla San Benito, estuvo presidida por el padre Doni Morán y contó con el acompañamiento de directivos de la fundación, así como de otras personas que apreciaban y admiraban a Doña Felicidad.

Una mujer de empuje y muy solidaria

Quienes conocieron a  Doña Felicidad Salazar - Simpson, la describen como admirable y luchadora. Su compromiso por llevar adelante el Colegio Español Padre Arrupe fue total. En 1998 el gobierno le confirió la Orden José Matías Delgado, en grado de la Gran Cruz de Plata, y la Asamblea Legislativa la nombró Hija Meritísima del país.