San Salvador se rezaga en calidad de vida

Sondeo anual de consultora la coloca en lugar 175, por debajo de otras del área. Hace 10 años, la capital estaba en el lugar 163, ha bajado 12 puestos en ese ranking.

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Montevideo es la ciudad en latinoamericana con mejor calidad de vida en el continente. Foto EDH / Archivo

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06 April 2019

Comparar la calidad de vida de San Salvador con ciudades de países industrializados es una quimera, incluso hacer parangones con urbes latinoamericanas, pero a nivel centroamericano, la capital salvadoreña solo supera a ciudades como Managua o Tegucigalpa y se ubica debajo de San José y Ciudad de Guatemala, de acuerdo un estudio mundial publicado hace uno el mes pasado.

El estudio de calidad de vida en las ciudades de la consultora internacional Mercer ubica al país en el puesto 175. Lo comparte con Tirana, la capital albanesa. Mercer realiza este estudio desde hace 21 años como base para que empresas y organismos puedan tomar sus decisiones de negocios o desplegar a su personal en determinadas ciudades del mundo de acuerdo a los criterios que mide. Se trata de un estudio privado, pero permite establecer parámetros para ubicar las ciudades a nivel global.

Hace 10 años, en el sondeo de 2009, San Salvador se ubicaba en la posición 163, es decir que ha descendido 12 posiciones en una década.

Mercer mide criterios como seguridad ciudadana, precios de productos, facilidad de transporte público, acceso a instituciones educativas, medio ambiente, clima político y económico, entre otros; en definitiva, lo que hace a una ciudad amigable con la vida moderna.

“La seguridad de una persona incluye un amplio rango de factores que están en constantes flujos al tiempo que las circunstancias y condiciones en ciudades y países cambian cada año. Estos factores son cruciales para las multinacionales para considerar a dónde enviar a sus ejecutivos en el exterior”, dijo Slagin Parakatil, ejecutivo de la firma Mercer.

Sólo para tener una idea de dónde se ubica la calidad de vida capitalina, según los parámetros de esta consultora, el top ten de las ciudades con mejor calidad de vida se ubican ocho europeas del norte: Viena, Zurich, Munich, Duseldorf, Frankfurt, Copenhague, Ginebra y Basilia, más Vancouver, en Canadá y Auckland, en Nueva Zelanda.

América Latina

En Latinoamérica, Montevideo sigue manteniendo el lugar más alto: está en el puesto 78 y así permanecido en los últimos años, según Mercer.

Buenos Aires, la urbe argentina, vecina del río de la Plata, está ubicada un poco más abajo en el puesto 91. Es curioso como ciudades culturalmente parecidas como Buenos Aire o Montevideo estén ubicadas con cierta distancia y siendo la uruguaya la que es considerada como la que tiene más calidad de vida.

Es por eso que Mercer hace énfasis en el hecho de que los suyos son parámetros, sobre lo que una persona puede considerar calidad de vida, pues esto no necesariamente signifique que sea la ciudad más moderna o la más grande.

En Centroamérica, la ciudad con mejor calidad de vida es Panamá, donde la pujanza de su economía y su enclave geográfico, la han ubicado en el puesto 97. De San José, en Costa Rica, el mote de “Suiza centroamericana” parece reflejarse en este ranking, pues está ubicada en el puesto 108, incluso arriba de tradicionales urbes como la Ciudad de México (puesto 129).

La Ciudad de Guatemala se ubica en el puesto 158, es decir 17 escalones arriba que San Salvador. La calidad de vida de los capitalinos sí resulta superior a la de los residentes de Managua (puesto 180) o Tegucigalpa (189).

Muy por debajo, el estudio ubica a La Habana, en el puesto 192 y Caracas en el puesto 202.

En el apartado de las Américas, la consultora afirma que “las ciudades canadienses continúan con los estándares más altos con Vancouver , compartiendo los sitios más altos en seguridad con Toronto, Montreal, Ottawa y Calgary”.

Sobre las ciudades de Estados Unidos, Mercer afirma que “Todas las ciudades cubiertas en este análisis cayeron en la calificación este año, con Washington (53) con la caída más grande. La excepción fue Nueva York, subiendo un peldaño mientras sus tasas de crímenes bajan”.

“Detroit se mantiene como la ciudad estadounidense con la calidad de vida más baja este año, con la capital haitiana, Puerto Príncipe (228) la más baja en las Américas. Temas de estabilidad interna y demostraciones públicas en Nicaragua hacen que Managua (180) caiga siete puestos en la clasificación, mientras que la creciente violencia relacionada a los carteles de droga y altas tasas de homicidios ponen a Monterrey (113) y la Ciudad de México (123) en puestos bajos”, concluye el comunicado de Mercer.

Desarrollo

El sondeo de Mercer deja entrever dónde se ubica la calidad de vida de las ciudades latinoamericanas en general: en un término medio muy abajo de la europeas y norteamericana, pero por encima de las africanas y algunas de Asia.

Esto tiene sentido a la luz del Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe, realizado en 2016 por las Naciones Unidas, el cual señala que en América Latina, entre 2003 y 2013, 72 millones de personas salieron de la pobreza de ingresos y 94 millones ingresaron a la clase media, y que un 49.4 % de la población experimentó una situación de mejoría económica que impulsó procesos de movilidad ascendente.

Sin embargo, remarca el estudio de Naciones Unidas, estos logros en la región han sido profundamente desiguales. “No todos los países han progresado de la misma forma, y para muchos el progreso ha sido y continúa siendo esquivo”.

El Informe señala que la principal amenaza al progreso en la región es la recaída de millones de hogares en la pobreza. El informe sostiene que entre 25 a 30 millones de personas-más de un tercio de la población que salió de la pobreza en la región desde 2003-que corren riesgo de recaer en la pobreza.

Por otro lado, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) 2016, presentada por la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc), junto con la Secretaría Técnica y de Planificación de la Presidencia, el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) cuenta con el menor número de pobres; el 22.0 % de hogares están en esta situación: el 3.3 % se encuentra en pobreza extrema, y el 18.7 % está en pobreza relativa.

Y aunque en 2015, la encuesta reflejó que el porcentaje de salvadoreños en pobreza fue de 34.9 %, y se podría pensar que ha disminuido, los números contrastan, ya que en 2016 la pobreza multidimensional rural ha aumentado.

En 2015 la pobreza extrema en el área rural fue de 10 %, pero en el 2016 el porcentaje incrementó a 10.4 %.

Al comparar los datos por condición territorial hay cuatro departamentos que han aumentado los niveles de pobreza, en comparación con 2015: Ahuachapán con una tasa del 54 % (en 2015 fue 52 %); Sonsonate con 43 % (41 %); Cuscatlán con 48 % (en 2015 era 44 %) y Usulután con 47 % (46 %).

Sin duda, San Salvador no puede compararse con urbes de países industrializados, pero tiene un reto por delante para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes para gozar de mejor calidad de vida.