Caravana migrante caldea el ambiente político en Tijuana

Políticos del partido que gobernará a partir de diciembre reclaman al alcalde de Tijuana por sus expresiones contra los migrantes

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Foto EFE/Joebeth Terriquez

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24 November 2018

La caravana migrante que se encuentra en la ciudad mexicana de Tijuana en espera de pedir asilo político en Estados Unidos ha caldeado el ambiente político, con el alcalde de la metrópoli fronteriza como principal protagonista.

Ante la emergencia por la llegada de los centroamericanos, la actuación y las expresiones del alcalde, quien la noche del jueves declaró una crisis humanitaria por la estadía de los migrantes, han generado un clima de confrontación.

“Resaltamos la irresponsabilidad manifestada por Juan Manuel Gastélum, alcalde de Tijuana, quien a pesar de haber tenido tiempo suficiente para tomar medidas precautorias ante la inminente llegada de la caravana migrante, actuó con pereza, indiferencia y torpeza”, dijo el jueves en la Cámara de Diputados de México el legislador René Cruz, del Partido Encuentro Social.

Cruz, cuyo partido forma parte de la coalición encabezada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, recordó que el alcalde decidió cumplir un viaje de seis días a China en lugar de permanecer en la ciudad para “cumplir con su deber”.

La semana anterior Gastélum, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), emitió mensajes xenófobos y racistas contra los migrantes y declaró que “Tijuana es una ciudad de migrantes, pero no los queremos de esta manera”.

“Son una bola de vagos y mariguanos”, expresó el funcionario, y remachó sus expresiones con la frase: “Los derechos humanos son para los humanos derechos”.

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 El legislador señaló que la actuación de Gastélum ante el arribo de los migrantes puso de manifiesto “la falta de criterio del alcalde para atender esta situación” y calificó de “inmaduras” sus declaraciones, con las que “avivó la intolerancia y proyectó una imagen que no representa a la sociedad de Tijuana”.

Consideró que las autoridades de los tres órdenes de gobierno (municipal, estatal y federal) “no han actuado con responsabilidad para evitar la polarización de la sociedad, por lo que exigió a Gastélum, al gobernador Francisco Vega y al presidente de México, Enrique Peña Nieto, “actuar de manera inmediata para evitar la profundización” de las divisiones.

Casi 40 días después de que la primera caravana migrante salió de la ciudad de San Pedro Sula, Honduras, y unos 35 de que entró a México, Gastélum declaró una crisis humanitaria ante la necesidad de recursos para atender a los miles de migrantes que han llegado a la ciudad.

“No voy a comprometer los servicios públicos, no voy a gastarme el dinero de los tijuanenses, no voy a endeudar a Tijuana porque no lo hemos hecho en estos dos años”, dijo el funcionario sobre la situación en la ciudad ante la presencia de los centroamericanos.

Gastélum afirmó que el costo de la atención a los migrantes, poco más de 5,000 llegados desde la semana pasada, “asciende a más de 500,000 de pesos (unos 24,800 dólares)” diarios.

Ante la situación, anunció que pedirá asistencia humanitaria al Gobierno federal mexicano y a entidades internacionales como las Naciones Unidas.

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Por su parte, el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el equipo del futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, han llegado a un acuerdo para que los migrantes que quieran solicitar asilo permanezcan al sur de la frontera mientras dura el proceso, informó ayer el periódico The Washington Post.

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El acuerdo alcanzado entre Trump y López Obrador establece que cualquier persona llegada a la frontera sur de Estados Unidos a través de México deberá permanecer allí mientras se procesa su petición, de acuerdo con el diario estadounidense.

De esta manera, Washington podría poner coto a la política conocida como “catch and release” (atrapar y liberar), que permite a quien ha entrado irregularmente en el país, entregarse a las autoridades, solicitar asilo y quedar libre mientras se analiza su solicitud.

Pero la futura secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero, negó que se haya llegado a un acuerdo con EE.UU., porque “no estamos como Gobierno”.