Muere John McCain, senador de Estados Unidos

Estuvo en el cargo durante seis periodos y candidato presidencial en dos ocasiones. Prisionero por más de cinco años en la guerra de Vietnam, perdió la batalla contra el cáncer cerebral ayer a los 81 años.

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John McCain fue senador en seis periodos y corrió por la presidencia de EE.UU. en dos ocasiones, la última fue contra Barack Obama. Foto/ Archivo EDH

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25 August 2018

John McCain murió ayer a la edad de 81 años tras una batalla contra el cáncer de cerebro. Fue senador durante seis períodos, candidato presidencial en el 2008 y un defensor del poderío militar de EE.UU.

“El senador John Sidney McCain III murió a las 4:28 pm del 25 de agosto de 2018. Cuando falleció estaban su esposa Cindy y su familia”, dijo su oficina en un comunicado. “Al momento de su muerte, había servido a Estados Unidos de América de forma fiel por sesenta años”.

Se le conocía como un “inconformista” por sus opiniones políticas independientes y a veces, divisivas. Probablemente su vida fue moldeada por los cinco años y medio que pasó como prisionero de guerra en Vietnam. “Defiendo mi posición porque odio la guerra, y sé muy bien y de modo personal lo penosas que es su recompensa”, dijo en marzo de 2008.

Como piloto de la marina, McCain fue derribado en 1967 y encarcelado en el infame “hotel de Hanoi”, donde fue frecuentemente golpeado. Tras finalizar su carrera militar, McCain fue elegido en 1982 a la Cámara de Representantes de EE.UU. por el estado de Arizona. Obtuvo un escaño en Senado cuatro años después.

Por primera vez, en el 2000, intentó llegar a la presidencia en las elecciones del 2000. “Es una lucha por retomar nuestro gobierno de las personas influyentes y grupos de presión, y devolverlo a la gente y a la noble causa de libertad para lo que fue creado”, dijo entonces.

McCain perdió en unas primarias duras contra el gobernador de Texas, George W. Bush.

A los 70 años, intentó llegar a la presidencia una última vez. McCain ganó la nominación republicana en el 2008 y, al elegir su compañera de fórmula —la gobernadora entonces de Alaska, Sarah Palin—, esperaban que energizara a la base del partido. McCain obtuvo sólo un 45 % del voto popular.

McCain siguió siendo un líder en el Senado por el resto de su vida, luchaba por unas fuerzas armadas fuertes y usó su autoridad moral como exprisionero de guerra para criticar al presidente ruso Vladimir Putin y al brutal régimen en Siria.

Rebelde por naturaleza

Como siempre, por su sinceridad, el senador McCain fue una espina ocasional para cada presidente estadounidense. Aún para los de su mismo partido.

“Creo que hay una disfuncionalidad significativa en el equipo de seguridad nacional del gobierno de Trump”, dijo el senador. El entonces aspirante republicano Trump cuestionó en 2015 si McCain, habiendo caído prisionero, debía ser considerado héroe de guerra.

El senador por Arizona se definió a sí mismo como un “joven fuera de foco y rebelde”, al que casi expulsan en varias ocasiones de la academia militar, pero que fue capaz de transformar una vida que, reconoció, estuvo llena de “errores”, aunque al final trató de servir a su patria.

Este mismo carácter rebelde lo demostraría al oponerse a varios presidentes, especialmente a Trump por sus planes para revocar la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama y la construcción de un muro fronterizo con México.

En entrevistas con Efe, McCain no dudó en ir en contra su partido y un presidente al que criticó en numerosas ocasiones al asegurar que la seguridad de la frontera dependería más del uso de tecnología que de un muro que Trump convirtió en eslogan de su campaña y mandato.

En un adelanto de su nuevo libro, las memorias políticas “The Restless Wave” (La ola inquieta), McCain reconocía que saber que no buscaría un séptimo mandato en el Senado le dio libertad para, sin temor de “consecuencias” electorales, manifestar su “mejor juicio”.

Pero ya había hecho gala de esa independencia en el pasado al ir en contra de la mayoría de los líderes de su partido, como dejó bien claro al unirse en 2013 a un grupo bipartidista de ocho senadores que impulsó una reforma migratoria integral que nunca llegó a ser considerada en una Cámara baja controlada por los republicanos.

En otra muestra de integridad, durante un mitin de su campaña electoral de 2008, McCain tomó el camino más complicado al defender a su rival, el que sería a posteriori presidente, Barack Obama, de las duras críticas de uno de los asistentes al acto.