Nicaragüenses exigen la libertad de presos políticos

En Managua y en otras ciudades marcharon para presionar que sean liberados los opositores

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11 August 2018

La libertad de los “reos políticos” en el marco de las protestas contra la represión de Daniel Ortega fue la consigna de la gran marcha de ayer en la capital de Nicaragua, cuya crisis ha dejado centenares de muertos desde abril pasado.

Miles de manifestantes se movilizaron en diferentes ciudades para reclamar la libertad de los “reos políticos” que han caído presos por protestar contra el régimen sandinista.

La marcha más grande fue en Managua, escenario de multitudinarias manifestaciones en la historia del país, ocurridas en los últimos cuatro meses contra Ortega.

Los opositores creen que al menos 135 personas están como “reos políticos”, tras haber sido “secuestradas” por las “fuerzas combinadas” del régimen, compuestas por policías, antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos afines a Ortega, que las capturan sin orden judicial ni delitos comprobados.

Algunos de los “reos políticos” más conocidos son el miembro de la Alianza y líder campesino Medardo Mairena, el dirigente rural Pedro Mena, la comerciante Irlanda Jerez, el empresario Cristhian Fajardo, así como los jóvenes afrodescendientes Brandon Lovo y Glen Slate.

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Nicaragua está sumergida en una crisis sociopolítica que ha dejado entre 317 y 448 muertos, aunque Ortega solo reconoce 197.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Nicaragua vive una “tercera fase” de la represión gubernamental, “más ruda, más explícita y burocrática”, que es la “criminalización de manifestantes”, luego de la primera que consistió en agresiones a protestas callejeras, y la segunda, con ataques armados contra ciudades rebeldes, todas con saldos mortales.

La CIDH y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Ortega de “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias”, lo que Ortega ha negado.

Ante la convocatoria de ayer de la oposición, el régimen sandinista llamó a una contramarcha. “Nos manifestaremos exigiendo justicia y no a la impunidad, porque todos lo sabemos quiénes son los terroristas, los golpistas, los asesinos, los criminales”, dijo la vicepresidente Rosario Murillo, a través de medios estatales.

Esta estrategia de contramarchas ha sido considerada por organismos humanitarios como una medida más de la represión hacia los opositores.

Por su parte, el sandinista desidente y excandidato a la Presidencia de Nicaragua, Edmundo Jarquín, consideró ayer que el fin del régimen de Ortega es solamente cuestión de tiempo. “La represión no le conduce a ninguna parte y, por el contrario, está sellando su final por el repudio entre los ciudadanos...”, expresó.