Expresidentes ante la justicia por corrupción en América Latina

Los hay condenados, presos, sospechosos y hasta prófugos. Se trata de exjefes de Estado que en la región, y más específicamente en Centroamérica, se han visto involucrados en actos de corrupción, donde han malversado millones de dólares.

descripción de la imagen
AFP PHOTO / NELSON ALMEIDA

Por

10 August 2018

Brasil o Perú en Suramérica y Guatemala o El Salvador en la zona centroamericana figuran como los países donde se han dado los mayores casos de jefes de Estado salpicados por casos de corrupción en los últimos años.

En el caso brasileño, los procesos contra de Lula da Silva, Fernando Collor de Mello, Fernando Henrique Cardozo y el Dilma Rouseff han sido emblemáticos.

Pero de estos, el de Lula es por lejos el más llamativo. Fue condenado por el caso de la petrolera estatal Petrobras en julio de 2017. Se le impuso una pena de nueve años, ampliada en enero de 2018 a 12 años por un Tribunal de Apelación. Está en prisión y aun así aspira a una nueva candidatura presidencial, y de hecho las encuestas le favorecen.

Le sigue el de Dilma Rouseff, quien fue destituida en agosto de 2016 y en septiembre del año pasado la Fiscalía la acusó, al igual que Lula, de asociación ilícita por el caso Petrobras.

Lea además: Al menos cuatro muertos en tiroteo en Fredericton, Canadá

Luego nos vamos a Perú, donde el expresidente Ollanta Humala y su esposa y exprimera dama, Nadine Heredia, guardaron prisión por corrupción y ahora son investigados en libertad. También el exmandatario Alejando Toledo y su esposa Ellane Karp o Alan García y Alberto Fugimori no se han podido escapar de la justicia peruana.

En su momento llamó la atención lo de Alberto Fujimori, condenado por delitos de lesa humanidad y sentenciado también por otros casos de corrupción, aunque recibió un indulto.

En Guatemala, el exjefe de Estado Otto Pérez Molina está en prisión desde 2015 acusado de diversos delitos. Quien fuera su vicepresidenta, Roxana Baldett, se encuentra en similar situación.

El también expresidente guatemalteco Álvaro Colom y nueve exministros de su gabinete están en la cárcel por el caso relacionado con la adquisición de una flota de buses que funciona en la Ciudad de Guatemala.

Mientras tanto, en Honduras, el expresidente Rafael Callejas, que se mantuvo en el gobierno entre 1990 y 1994, se declaró culpable en 2016 de haber cometido actos de corrupción en su posterior etapa al frente de la Federación de Fútbol del país.

En Panamá, el exjefe de Estado Ricardo Martinelli está preso en su país tras pasar en prisión provisional en Miami, Estados Unidos, antes de ser extraditado. Es imputado por el uso de programas espías para vigilar a sus enemigos políticos, rivales empresariales e, incluso, a una supuesta amante.

La corrupción, no obstante, abarca a exmandatarios salvadoreños como Mauricio Funes y Tony Saca, quienes han llegado a malversar más de 600 millones de dólares entre ambos cuando estuvieron en el poder.

Saca ha confesado su corrupción y Funes es prófugo, según la Fiscalía.