En un contexto donde el tema de los inmigrantes sigue ocupando una buena parte de la política de los Estados Unidos, Donald Trump calificó de violadores a los mexicanos, algo que también sucedió en 2015 cuando acusó a México de no enviar a buenos ciudadanos, sino que delincuentes y violadores.
Además aseguró que estas ofensas, dirigidas a inmigrantes mexicanos, “se quedan cortas ante la actual realidad”.
“Están enviando gente, dije algunas palabras, ni siquiera las mencionaré hoy porque hay muchos jóvenes aquí, pero dije algunas palabras y todos pensaron que fue maravilloso, pero lo que dije no es nada con lo que resultó ser la verdad, son cacahuates”, afirmó Trump durante un mitin al estilo de campaña que protagonizó el jueves en Pensilvania.
Trump dijo en un mitin en 2015 que “cuando México envía su gente, no envían a los mejores, sino a gente que tiene un montón de problemas. Ellos traen drogas, traen el crimen, son violadores, y algunos, supongo, son buenas personas”.
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Esto generó una gran repercusión en México y Centroamérica y permitió comprender la política antimigrante de Trump, a pesar del peso que juegan los latinos en la economía y en la sociedad estadounidense.
El presidente también rechazó las políticas de inmigración de Estados Unidos y pidió restricciones más estrictas en la frontera sureña. De acuerdo con Trump, el sistema de lotería de visas de su país, a la que busca poner fin, permitía la entrada de “asesinos” en el país.
Desde el inicio de su campaña electoral para llegar a la Casa Blanca por segunda vez, Trump cargó contra los inmigrantes, en especial los provenientes de países latinoamericanos, y prometió cerrar los 3,000 kilómetros de frontera que separa a EE.UU. de México con un muro que, según él, detendrá la llegada de indocumentados y protegerá la seguridad nacional.
Hace días, amenazó con permitir el cierre del Gobierno federal, si los demócratas no aprueban los fondos para el muro en la frontera con México.
La relación entre los dos países viven momentos tensos desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, el 20 de enero de 2017, por sus reiteradas amenazas al Tratados de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su propuesta de construir un muro fronterizo, además de exigir que los mexicanos paguen la obra y que contribuyan con mano de obra para su ejecución.
Hija de Trump critica la política de cero tolerancia
Por su parte Ivanka Trump, hija y asesora del presidente estadounidense discrepó este jueves de algunas de las decisiones más controvertidas de su padre, como la separación familiar de inmigrantes irregulares y sus habituales ataques a los medios de comunicación, a los que llama “el enemigo del pueblo”.
Para ella ver a más de 2,500 niños migrantes separados de sus padres al tratar de entrar a Estados Unidos fue un “punto bajo” en el periodo que lleva Trump en la Casa Blanca, indicó la empresaria, de 36 años y madre de tres niños.
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“Estoy muy en contra de las separación de las familias y de la separación de padres e hijos, yo soy hija de una inmigrante”, añadió Ivanka, cercana asesora del presidente Trump, durante una conferencia en Washington.
No obstante, la hija del presidente apuntó que su madre, la primera esposa de Donald Trump, llegó a Estados Unidos de manera legal.
Hay que recordar que en el tema de las separaciones el presidente Trump ordenó detenerlas.
Sin embargo, hasta la fecha límite de la semana pasada otorgada por la justicia para reunir a los niños con sus familiares, 711 de los cerca de 2,500 menores separados seguían sin ser reunificados con sus padres, algo que no ha sido justificado por las autoridades.