Latinoamérica hace más virajes a la derecha, tras seis elecciones

De los recientes comicios en el continente en 2018, México es la excepción en ese giro político, donde el presidente electo es de izquierda

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El presidente electo de Colombia, el uribista Iván Duque y su fórmula presidencial, Marta Lucía Ramírez. Foto EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

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07 July 2018

Las elecciones en Latinoamérica en el último año han provocado algunos virajes más hacia la derecha del espectro político en países gobernados por partidos de izquierda o por gobiernos más liberales.

La excepción es México, donde recientemente el candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones del pasado 1 de julio por amplio margen y genera un vuelco en el país que ha estado gobernado por décadas por el PRI (Partido Revolucionario Institucional).

Pero en el sur del continente Chile arrancó en noviembre de 2017 un periplo de elecciones que han dado giros bien marcados, como el triunfo del conservador Sebastián Piñera, luego de dos períodos presidenciales de la izquierdista Michelle Bachelet.

Luego Argentina reivindicó en octubre pasado su preferencia por el partido conservador al darle mayoría en las elecciones legislativas, lo que acentuó el poder de Mauricio Macri, quien llegó a la presidencia en 2015.

También Ecuador marcó un parteaguas con la llegada a la presidencia de Lenín Moreno en febrero de 2017, ya que si bien llegó al poder bajo la bandera del partido de su antecesor Rafael Correa, Moreno se distanció de las políticas del izquierdista y se ha mostrado más moderado, incluso cercano a Estados Unidos.

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De los países de Centroamérica, Costa Rica eligió como nuevo presidente, en febrero de este año, a un joven exministro y experiodista de pensamiento moderado bajo la bandera del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC). Y Honduras mantuvo en el poder al conservador Juan Orlando Hernández, tras las polémicas elecciones de noviembre de 2017 en las que peleó por la reelección.

De los casos más recientes también está Colombia, donde el conservador Iván Duque ganó la presidencia en segunda vuelta el 17 de junio y asumirá en agosto próximo.

En abril de este año, Paraguay se sumó a esa tendencia, ya que el oficialista Mario Abdo Benítez retuvo en el poder al Partido Colorado, luego de la renuncia de Horacio Cartes como presidente.

Y en Perú gobierna, desde marzo de este año, Martín Vizcarra, un político independiente, pero de corte conservador que fue designado para terminar el período presidencial que inició el también conservador Pedro Pablo Kuczynski, tras ser destituido por un escándalo de corrupción en su gobierno (ver mapa político).

El periódico español El País señala en una reciente publicación que la victoria de Iván Duque en Colombia para relevar a Juan Manuel Santos “profundiza en el giro conservador de la región, que terminó el año pasado con la elección de Sebastián Piñera en Chile”.

Duque le ganó al izquierdista Gustavo Petro, quien hizo campaña con un programa neoliberal en lo económico y prometió mano dura contra la corrupción, dice el medio.

También apunta que aunque coincide ideológicamente con Santos, Duque tiene marcadas diferencias sobre el proceso de paz pactado con la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y considera que se debe revisar cada punto del acuerdo.

Y dado el peso de la relación que Colombia mantiene con Estados Unidos como un fuerte aliado, el diario español sostiene que la llegada del político conservador al poder incidirá en la presión que pueda ejercer en la crisis que vive Venezuela; de hecho fue uno de sus ejes de campaña.

“Duque, que el año pasado presentó junto a un centenar de congresistas colombianos y chilenos una denuncia contra el aparato chavista ante la Corte Penal Internacional de La Haya, se propone convocar a los principales líderes regionales para redoblar la presión... Y, sin duda, será uno de los gobernantes más firmes con Maduro”, dice el medio.

Agrega que ese rol de Colombia también se debe a que la crisis venezolana le está pasando factura, ya que en los últimos meses ha recibido alrededor de un millón de venezolanos que huyen de su país.

En ese contexto, Venezuela se está quedando cada vez más con menos aliados, sobre todo en suramérica.

Días aciagos

También un artículo del diario estadounidense The New York Times destacaba que la izquierda en Latinoamérica ha tenido días aciagos en los últimos años.

“En menos de un año, los votantes se opusieron al movimiento de izquierda en Argentina al elegir a Mauricio Macri; escogieron a Pedro Pablo Kuczynski, un antiguo inversionista bancario, como presidente de Perú, y los legisladores brasileños destituyeron a la líder de la izquierda en Brasil”, dice el artículo que, aunque es de octubre de 2016, mantiene vigencia porque la tendencia de esos giros a la derecha han continuado.

Y prosigue: “Para decirlo de manera simple, los conservadores están al alza en América Latina, afirmó Matías Spektor, profesor de relaciones internacionales de la Fundação Getúlio Vargas”, cita el medio.

De acuerdo al artículo, hay muchos factores que alimentan esta tendencia. “La aguda caída en los precios de los bienes y recursos naturales ha erosionado el crecimiento económico de América Latina y el gran apoyo que los gobiernos de izquierda tuvieron durante la bonanza económica. El peso de las iglesias cristianas evangélicas se está agrandando, junto con su confrontación a las políticas socialistas liberales y su encauzamiento de la profunda insatisfacción con la situación reinante”, dice el análisis.

Indica también que “los líderes que adoptan políticas a favor del mercado eclipsan a los izquierdistas que ejercieron el poder en el continente durante toda la década anterior”. Y destaca que los expresidentes de izquierda como Luiz Inácio “Lula” da Silva de Brasil, Cristina Fernández de Kirchner de Argentina, entre otros, ahora enfrentan investigaciones por corrupción.

De acuerdo con The New York Times, el viraje hacia la derecha ha perdido velocidad en algunos países de la región, por ejemplo en Venezuela, donde la oposición ganó el control de la Asamblea Nacional y hacer contrapeso al gobierno de Nicolás Maduro, pero el chavismo ha querido neutralizar a los opositores por todas las vías posibles.

Una de las estrategias fue elegir una Asamblea Nacional Constituyente que ha amasado tanto poder para peseguir a los opositores.

Luego adelantó elecciones en las que la oposición participó en desventaja.

El diario estadounidense cita un discurso del vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, quien reconoció que la influencia de la izquierda en la región va en declive.

“Estamos ante un momento de inflexión histórica en América Latina. Algunos hablan de un retroceso”, dijo García Linera y comparó la situación con otros periodos en los que se experimentó un resurgimiento conservador en América Latina.