En vez de misiles “podrías tener los mejores hoteles del mundo”, le dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aldirigente norcoreano, Kim Jong-un, según reveló ayer el propio mandatario estadounidense a los periodistas.
“En lugar de eso (probar misiles), podrías tener los mejores hoteles del mundo justo ahí. Piénsalo desde una perspectiva inmobiliaria”, señaló Trump.
El mandatario explicó que durante su reunión con Kim también ensalzó las condiciones geográficas de Corea del Norte, el país más aislado del mundo, por encontrarse entre China y Corea del Sur, y alabó su costa: “Es genial”, dijo Trump.
“Tienen grandes playas. Se ven cuando explotan los cañones en el océano. Yo digo ‘mira eso, podría hacerse un gran complejo inmobiliario ahí’. Y se lo expliqué (a Kim)”, añadió Trump, quien protagonizó así uno de los momentos más curiosos de la cumbre.
Te puede interesar: Trump y Kim abren un nuevo capitulo tras décadas de confrontación
Trump y Kim mantuvieron una reunión histórica en la que conversaron durante más de cuatro horas en el hotel Capella de la isla de Sentosa. Ambos dirigentes firmaron una declaración en la que se comprometieron a “construir un régimen de paz estable y duradero”; además de buscar la repatriación de los restos de prisioneros de guerra y desaparecidos en acción en Corea.
“El presidente Trump se compromete a ofrecer garantías de seguridad a la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte), y el presidente Kim Jong-un reafirmó su firme e inquebrantable compromiso para la desnuclearización de la península de Corea”, reza la declaración conjunta.
Los detalles de cómo y cuándo será la desnuclearización del Norte aparentemente no estaban resueltos, lo mismo que la naturaleza de las “protecciones” que Trump prometió a Kim y su gobierno.
Otro de los acuerdos fue que EE. UU. congelará los ejercicios militares con Corea del Sur, mientras duran las negociaciones bilaterales, dejando atrás las amenazas nucleares e insultos. Trump dijo que Kim prometió demoler un sitio de pruebas de motores misilísticos, uno de muchos vinculados con su programa nuclear.
La distensión fue tal que ambos se lanzaron invitaciones para visitar EE. UU. y Corea del Norte.