Estudiantes nicaragüenses denuncian acoso del régimen

Los jóvenes temen que al regresar a Nicaragua sufrirán represalias por sus denuncias.

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Foto/Tomas Guevara

Por Tomás Guevara, corresponsal en Washington

07 June 2018

El joven estudiante Fernando Sánchez dice que lo tiene claro: Daniel Ortega y Rosario Murillo son responsables de los 127 asesinatos de estudiantes y opositores al régimen y del más de un millar de heridos y torturados por los cuerpos represivos del estado nicaragüense y por los grupos paramilitares financiados por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Por lo que seguirán en la lucha para sacudirse “la dictadura”.

Con esa contundencia habló este joven, como portavoz de la resistencia estudiantil en Nicaragua, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA) y con mandato vinculante ante el estado en materia de protección de derechos fundamentales.

El joven estudiante compartió micrófono con Migueliuth Sandoval, esposa del periodista Ángel Gahona, asesinado por francotiradores del régimen cuando cubría las protestas en el estallido del conflicto que inició el 18 de abril y que ha ido en escalada de violencia hasta la fecha.

El periodista estaba identificado por el régimen de Ortega como opositor por sus coberturas exhaustivas sobre casos de corrupción, trata de personas, narcotráfico y otras vinculaciones de figuras del sandinismo con el crimen organizado, denunció la viuda, quien exhortó a seguir en la lucha por la democratización de su país.

Para el secretario ejecutivo de la CIDH, el brasileño Paulo Abrão, la crisis del país centroamericano tiene en alerta roja a la instancia hemisférica desde su sede en Washington y sigue con una observación permanente los hechos represivos que van en escalada, incluso después de que la CIDH visitara Nicaragua para verificar la situación.

Abrão enumeró la lista de sucesos y mostró con gran preocupación que incluso después de la visita de trabajo que la CIDH realizó a Nicaragua, entre el 17 y 21 de mayo, se han producido 127 muertes de manifestantes, 51 asesinatos después de la visita y muchas de esas muertes tienen un mismo patrón: tienen disparos certeros a la cabeza, cuello, y cavidad torácica de las víctimas.

“Esa visita nos ayudó a constatar un patrón de represión instalado en el interior del país con detenciones arbitrarias y masivas, con el uso excesivo de la fuerza, incluyendo la fuerza letal, por medio de la posibilidad de ejecuciones extrajudiciales a las cuales nosotros concluimos que hay elementos suficientes que indican que se trata de un patrón especial de lesiones a las personas fallecidas”, explicó Abrão.

Si bien todavía no se ha comparado la magnitud de la represión en Nicaragua con los sucesos similares ocurridos en Venezuela un año atrás, este funcionario de la CIDH no descarta que la situación en Nicaragua supera incluso al del país petrolero ante la cantidad de muertos, heridos, desaparecidos, torturados y encarcelados. “Nicaragua es 6 veces más pequeña que Venezuela y la cantidad de personas muertas ya supera en un tiempo menor al de las protestas en Venezuela”, opinó.

Al tomar la palabra, Fernando Sánchez también denunció que el viaje de la comitiva a Washington para presentarse ante la CIDH, integrada por estudiantes, periodistas y voceros de organizaciones no gubernamentales, ha desatado la ira del régimen al difundir información amenazante contra los integrantes del grupo.

“Estamos siendo acosados y amenazados por redes sociales; han estado difundiendo información personal nuestra de hasta en qué vuelo veníamos a Washington, y no hay duda que seguiremos teniendo represalias al llegar”, denunció el joven.

Estas denuncias han sido bien oídas por la instancia hemisférica, que ya emitió una orden de Medidas Cautelares de Protección para algunos representantes del movimiento, cuyas vidas corren peligro por las amenazas.

Sánchez también explicó que muchos de los jóvenes estudiantes que se encuentran recluidos en barricadas y en los entornos universitarios lo hacen porque están asediados por las fuerzas represivas y los grupos paramilitares que están listos para ejecutarlos al salir de las trincheras.

La presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la estadounidense Margarette May Macaulay, acotó que la instancia seguirá trabajando de cerca con el pueblo nicaragüense y aún discuten una nueva fecha próxima para arribar a Nicaragua con la venia del gobierno sandinista, porque el proceso de la CIDH indica que el Estado debe aceptar primero la visita de la entidad para realizarla.

Al final del encuentro con los estudiantes, la comisionada Esmeralda de Troitiño, de origen panameño, ahondó que ningún organismo puede dejar solos a los jóvenes nicaragüenses en este momento tan crucial donde están demostrando que luchan por su futuro, por la democratización de su país y por el cese a la represión.

“Nicaragua ha dado un ejemplo de compromiso ciudadano, pero quiero destacar la voz de los estudiantes que han representado el movimiento con mucha fortaleza. Muchas veces no heredamos los espacios a los jóvenes para que participen en los asuntos que los afectan, pero ellos nos están dando muestras que son una potencia y fortaleza para nuestros objetivos (como CIDH); yo los felicito por estar aquí y les reconozco su valor”, puntualizó Troitiño.