Donald Trump llama “animales” a quienes entran a EE.UU., luego dice que se refiere a la MS

Senadores, defensores de migrantes, presidentes y analistas condenan los nuevos ataques del presidente de Estados Unidos y lo consideran “racista”

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El presidente estadounidense Donald Trump. Foto/ AFP

Por Agencias

17 May 2018

WASHINGTON. El comentario del presidente Donald Trump equiparando a los inmigrantes en situación irregular con “animales” suscitó ayer fuertes condenas de quienes consideran inapropiado ese tipo de lenguaje.

Chuck Schumer, el líder de los demócratas en el Senado, envió un mensaje por Twitter declarando: “Cuando nuestros antepasados vinieron a América, no eran animales, y esta gente tampoco lo es”.

Trump hizo los comentarios durante una reunión el miércoles con dirigentes republicanos de California que se oponen a los intentos de los líderes de ese estado para resistir las duras políticas antimigratorias del actual gobierno federal.

“Tenemos un montón de gente entrando al país, o tratando de entrar, y a muchos de ellos los detenemos”, dijo el mandatario, quien añadió: “Ustedes no podrían creer lo mala que es esa gente, no son siquiera personas, son animales”.

Países como México, Bolivia y otros de Latinoamérica también han condenado las declaraciones de Trump, a quien acusan de “racista”.

Tras la tormenta desatada por sus palabras, el presidente estadounidense salió al paso de las críticas y aclaró que cuando dijo “animales” se refería a los pandilleros de la MS.

“Aquí está su resistencia republicana en contra de lo que están haciendo en California”, dijo la asambleísta Melissa Meléndez, utilizando un término usado por los demócratas que se oponen a la presidencia de Trump. Ella, al igual que otros, dijo que el mandatario y sus políticas son mucho más populares en el estado de lo que la gente cree.

“Es una crisis”, dijo Meléndez sobre la situación.

Los republicanos respondían a la medida que el gobernador Jerry Brown promulgó como ley el año pasado, la cual le prohíbe a la policía preguntarle a las personas acerca de su estatus migratorio o colaborar con las agencias migratorias federales.

Las autoridades penitenciarias pueden transferir reclusos a agentes federales de inmigración en caso de que hayan sido declaradas culpables de uno de alrededor de 800 crímenes, en su mayoría delitos graves, pero no por infracciones menores.

Brown insiste que la medida, que entró en vigor el 1 de enero, no impide que las autoridades migratorias federales realicen su trabajo. Pero el gobierno de Trump ya presentó una demanda para revertirla, al describirla como inconstitucional y peligrosa.

Algunos condados, incluidos los de San Diego y Orange, han votado por respaldar la demanda o aprobar sus propias resoluciones anti-santuario.

Los republicanos perciben las reacciones a esta ley como un tema potencialmente divisorio durante las elecciones legislativas, en particular con los partidarios de Trump que se oponen a la inmigración ilegal. Trump ha realizado diversos eventos recientes en los que mencionó las políticas migratorias de California.

Durante la sesión del miércoles, Trump les agradeció a los funcionarios porque “han resistido con valentía a las letales e inconstitucionales leyes santuario del estado”. Aseguró que esas medidas están obligando a “la liberación de inmigrantes ilegales delincuentes, vendedores de drogas, pandilleros y depredadores violentos en sus comunidades” y proporcionan “un puerto seguro para algunos de los criminales más brutales y violentos del planeta”.

Brown dijo vía Twitter que Trump “miente sobre inmigración, miente en materia delictiva y miente sobre las leyes de California”.