Un discípulo de Castro y un veterano líder sindical dirigirán Cuba

Miguel Díaz Canel, forjado en el Partido Comunista, sucederá a Raúl Castro

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Por Agencias

18 April 2018

Como se esperaba, el actual primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, de 57 años, fue propuesto ayer para suceder a Raúl Castro al frente de Cuba, un relevo generacional que no implicará cambios políticos y que será tutelado desde la cúpula por varios “históricos” que, contra todo pronóstico, no se jubilan.

Aunque las apuestas apuntaban desde hace meses a este discípulo aventajado de Raúl Castro forjado desde la base del gobernante Partido Comunista, la incógnita no se despejó hasta este miércoles, cuando la Comisión Electoral Nacional (CEN) anunció la candidatura al Consejo de Estado, máximo órgano de gobierno de la isla.

Antes, 604 de los 605 diputados electos en los comicios generales de marzo pasado (hubo una ausencia) tomaron posesión de sus cargos, quedó conformada la nueva Asamblea y se reeligió como presidente de ese organismo a Esteban Lazo en lo que fue la primera pista sobre el continuismo de la nueva era que comienza en Cuba.

Si la nominación de Díaz-Canel no sorprendió a nadie, sí lo hizo la composición del Consejo de Estado, en el que entran varias caras nuevas pero también permanecen otras de la vieja guardia de las que se esperaba que dejaran la primera línea política siguiendo el ejemplo de Raúl Castro, de 86 años, que se retira tras dos mandatos; aunque estará al mando del Partido Comunista de Cuba hasta el 2021.

Una de las salidas que sorprendió es la de Marino Murillo, vicepresidente del Consejo de Ministros y “zar” de las reformas económicas de Raúl Castro.

En total, la renovación de la cúpula ejecutiva ronda el 40 %, el promedio de edad es de 54 años, el 77 % de los candidatos propuestos nacieron después del triunfo de la Revolución (1959), hay un 48 % de mujeres y el 45 % de los componentes son negros o mestizos.

La candidatura de Díaz-Canel, cuya lectura estuvo jalonada de aplausos y ovaciones que se prolongaron varios minutos, fue sometida a votación secreta en la Asamblea y el resultado se sabrá en la sesión que concluye hoy, aunque no se prevén sorpresas en este medido proceso.

Durante la segunda y última jornada se espera, aunque no está confirmado oficialmente, que Raúl Castro pronuncie sus palabras de despedida y Díaz-Canel, el discurso del primer líder de Cuba que no se apellida Castro en las últimas seis décadas.

El “número dos”en la isla asegurará el continuismo

Salvador Valdés Mesa, líder sindical de la vieja guardia de la Revolución Cubana, fue propuesto ayer como primer vicepresidente del nuevo Gobierno, un movimiento que aseguraría la continuidad ideológica de la dirección ortodoxa de la isla en la era poscastrista.

Valdés Mesa se convertiría así en el primer dirigente de raza negra en llegar a “número dos” del país caribeño, que también por primera vez en casi sesenta años será dirigido por un presidente que no lleva el apellido Castro: Miguel Díaz-Canel, de 57 años.

Propuesto por su “amplia trayectoria revolucionaria”, el político de 72 años tomará el testigo de Díaz-Canel como segundo primer vicepresidente del Consejo de Estado que no pertenece a la generación histórica comandada por el fallecido Fidel Castro, pero tampoco a la del nuevo presidente, sino a una intermedia entre ambas.

Ambos políticos fueron votados como únicos candidatos a la presidencia y vicepresidencia del país por la recién instaurada Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, Parlamento unicameral), en un sufragio secreto celebrado ayer, cuyos resultados se anunciarán hoy.

A pesar de no pertenecer al ya pequeño número de “históricos”, liderados por el expresidente Raúl Castro, Salvador Valdés Mesa tiene suficientes credenciales para convertirse en el enlace entre el pasado y el futuro de un país en transición.

El veterano líder nació el 13 de junio de 1945 y en ninguna de su breves biografías oficiales se divulga su lugar de nacimiento, una práctica usual entre los altos cargos cubanos, que acostumbran a mostrar su cara profesional sin dar demasiados detalles personales.

Tras la llegada de la Revolución al poder, el entonces adolescente Valdés Mesa se unió a la Asociación de Jóvenes Rebeldes -convertida luego en la Unión de Jóvenes Comunistas- de la que llegó a ser secretario en la región de Amancio Rodríguez, actual provincia de Las Tunas (este).

Ocupó “numerosas responsabilidades” dentro de la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y el gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal).