Tras una década de gobernar Cuba, Raúl Castro saldrá de escena hoy a sus 86 años y dará paso a un sucesor que genera escepticismo sobre los cambios reales que pueda hacer en la isla, tras 60 años bajo el poder de los Castro.
Las dudas alrededor de la apertura y los beneficios que un relevo pueda llevar a los cubanos es punto de análisis de expertos en la política cubana, tanto dentro como fuera del país habanero, porque podría ser un parte aguas o seguir con el mismo guión castrista.
“Yo creo que hará un relevo lo más suave posible y con la mayor normalidad institucional para quedarse en un segundo plano como actor de veto y seguir siendo consultado hasta que la salud se lo permita”, considera Arturo López-Levy, exanalista de la inteligencia cubana y profesor de la Universidad de Texas, citado por el periódico español El País.
Según el medio, el retiro de Castro será una “semi jubilación”, ya que seguirá al mando del Partido Comunista de Cuba (PCC) hasta 2021; y el único partido de Cuba es la máxima dirigencia de la sociedad y del Estado, según la Constitución cubana.
De allí que otro experto citado por El País, el periodista cubano exiliado Juan Juan Almeida, cuyo padre fue cercano a los Castro, opina que el sucesorde Raúl acudirá a él para tomar decisiones al inicio. “Quien tome el poder buscará el consejo de Raúl, pero con el tiempo tendrá que ir tomando decisiones por su cuenta y se irá rompiendo la línea de poder tradicional”.
Y prevé que Raúl Castro “se retirará en algún lugar agreste de Cuba con lujo campesino, como a él le gusta, rodeado de protección y de sus nietos y bisnietos”.
Para la bloguera cubana, Yoani Sánchez, la salida de Castro sería el fin de una era.
“Fallecido Fidel Castro, Cuba acaricia la definitiva caída del telón castrista con la salida de escena de Raúl, y 11 millones de cubanos ansían calidad de vida”, dice en un reciente artículo que publicó.