La Policía alemana evitó ayer un posible ataque con cuchillo de posible motivación islamista durante el Medio Maratón de Berlín al detener a seis personas bajo sospecha de planificar el atentado.
La Policía confirmó informaciones al respecto que había adelantado el diario “Die Welt”, aunque este medio limitaba a cuatro el número de detenidos.
Las personas planeaban atacar a cuchilladas a participantes de la carrera y a parte del público.
Según varios medios, los sospechosos pertenecían al círculo de Anis Amri, el responsable del atentado perpetrado en Berlín el 26 de diciembre de 2016, en el que murieron 12 personas.
El principal sospechoso, asegura el diario, tenía dos cuchillos especialmente afilados para el ataque.
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Según “Die Welt”, la intención de los detenidos era vengar la muerte de Amri, que fue abatido por la policía italiana tras haber huido a ese país.
La Policía ha realizado registros en vehículos en viviendas en varios lugares de Berlín.
Para el Medio Maratón de Berlín estaban inscritos 36,000 atletas.
Aunque la Policía no tenía plena claridad sobre los planes de los sospechosos optó por proceder a su detención después de que el sábado se produjera un atropello múltiple en Münster (oeste de Alemania) que inicialmente se temió que pudiera ser un atentado aunque posteriormente resultó ser un acto perpetrado por un hombre con problemas mentales.
Los sospechosos habían estado permanentemente bajo observación policial.
Atacante era conocido
Mientras el alemán de 48 años, que arremetió contra una muchedumbre con una furgoneta en la ciudad occidental de Munster, tenía un historial de problemas con la ley, dijeron fiscales ayer. Las autoridades piensan que el hombre actuó por su cuenta.
El hombre, cuyo nombre no fue revelado, mató a dos personas e hirió a otras 20 el sábado por la tarde en las afueras de un bar en la parte vieja de la ciudad, antes de suicidarse de un disparo estando dentro de la camioneta.
El individuo vivía en Munster y al parecer era acaudalado. El jefe de la policía local, Hajo Kuhlisch, dijo que en los cuatro apartamentos del hombre -dos en Munster y dos en Sajonia- revisaron exhaustivamente varios autos, pero que la policía seguía buscando evidencia y era demasiado pronto para conjeturar sobre el motivo del ataque.
“No tenemos indicio alguno de que haya un antecedente político ni de que otros estuvieran involucrados”? en el ataque del sábado, les dijo a los reporteros la fiscal Elke Adomeit. “Pero él era bien conocido por la policía”.
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Dijo que el hombre tuvo tres procesos policiales previos en Munster y uno en el vecino Arnsberg en el 2015 y el 2016. Sus encuentros con la ley incluían amenazas, daños a la propiedad, fraude y atropello y abandono de la escena, pero Adomeit dijo que todos los argos fueron desestimados.
La prensa local identificó al perpetrador como diseñador industrial que había sufrido de problemas psicológicos, pero la policía no confirmó esos detalles.
Los tres cuerpos fueron retirados del lugar del incidente frente a la reconocida taberna Kiepenkerl a primeras horas de ayer. La camioneta fue retirada horas después, luego de que expertos en explosivos la inspeccionaron minuciosamente.
“La vagoneta ya no está en la escena del crimen, todo tipo de objetos también fueron retirados, basura, desde luego, así como evidencia que hemos encontrado en el suelo”, dijo la portavoz de la policía Susanne Dirkorte.
Dentro del vehículo la policía encontró petardos ilegales que pretendían pasar por una bomba falsa, así como una pistola falsa y el arma que el perpetrador utilizó para suicidarse. Uno de los apartamentos del hombre se ubica cerca de la escena del crimen y ahí fueron hallados más petardos y “una ametralladora AK-47 no utilizable”.
La Policía indicó que algunas de las 20 personas lesionadas aún corren riesgo de morir, pero no dio a conocer más detalles sobre sus identidades.