PANAMÁ/CARACAS. La crisis diplomática entre Panamá y Venezuela comenzó este viernes a pasar factura a cientos de venezolanos, quienes en medio de la dura crisis que ya viven en su país no pueden salir debido a la suspensión de vuelos de la aerolínea panameña.
Algunos pretendían viajar por razones médicas, ya que en Venezuela hay escasez de medicamentos; otros para ver a sus familiares que han tenido que huir del país en busca de mejores condiciones.
La tensión entre ambos países se elevó después de que este jueves Venezuela suspendió por 90 días prorrogables las relaciones comerciales con altos funcionarios y empresas panameñas, entre ellas Copa Airlines, que se habían mantenido volando al país suramericano en medio de una estampida de aerolíneas que abandonaron la ruta por falta de pago en el marco del control cambiario vigentes desde 2003.
Horas después, Panamá anunció el retiro de su embajador en Venezuela, Miguel Mejía, y pidió a Caracas hacer lo mismo con el suyo en el país, Jorge Durán, a quien ayer el Gobierno de Nicolás Maduro le dio la orden de regresar a Venezuela.
La decisión de Venezuela de suspender las relaciones comerciales ocurrió luego que el gobierno panameño publicara la semana pasada una lista de 55 venezolanos, entre ellos Maduro, y 16 empresas considerados de “alto riesgo de blanqueo (lavado de dinero)”, por lo que las autoridades pidieron a los agentes financieros extremar la supervisión de cualquier transacción vinculada con ellos.
El presidente panameño, Juan Carlos Varela, dijo ayer que la lista publicada por su Gobierno no implicaba sanción a los funcionarios y empresas venezolanas, y que las medidas de bloqueo a Copa y al comercio con empresas panameñas solo perjudica a una población venezolana urgida de alimentos, medicinas y otros enseres.
En voz de los afectados
El impacto de la crisis diplomática tocó a cientos de venezolanos que protestaron ayer por la suspensión de sus viajes.
“Me dirigía a Quito, Ecuador. Hace dos semanas que compré el vuelo para irme hasta allá. Mi caso es de enfermedad. Voy por tres meses a hacerme un tratamiento y me regresaba”, dijo Carmen Rojas, una de las cientos de personas que se agolparon en las oficinas de la aerolínea panameña para informarse de los pasos para recuperar su dinero o cambiar el pasaje.
La mujer relató que el pasaje para Quito fue un “esfuerzo” por parte de amigos, de una hija en el exterior y del “ahorro de nosotros de mucho tiempo”, pero ve casi imposible estar en Ecuador para tratarse la dolencia del corazón que le diagnosticaron en noviembre en la consulta pautada para el 12 de este mes.
“La cosa es que pude comprar un solo boleto, el mío, y dejar a mi familia aquí para poder ir a hacer el tratamiento, sin embargo por lo que veo no voy a poder salir todavía”, lamentó.
Hercilia Andara contó que viajaba a Chile a visitar a su nieta con un pasaje que compró a mediados de marzo y que le costó “1,900 y pico de dólares”, un “esfuerzo muy grande” para el que incluso tuvo que vender algunas pertenencias.
“Necesitamos ir a ver a nuestros familiares que están en Chile y queremos que se nos resuelva la situación, aquí (en Venezuela) hay demasiados problemas”, dijo la mujer.-AGENCIAS.