Chavismo y la oposición suspenden el diálogo

La reunión prevista para hoy, en Santo Domingo, fue cancelada. Un grupo de la oposición salió de la mesa, pues está contra el diálogo.

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Cientos de personas participan en una concentración a favor de la constituyente. Foto de referencia/ EFE

Por Agencias

14 November 2017

El diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición continúa en “suspenso”, luego que el antichavismo afirmara ayer que no se producirá la reunión prevista hoy en República Dominicana, mientras que el país fue declarado en suspensión de pagos o “default” por varias calificadoras de riesgo.

El parlamentario opositor Luis Florido, negociador en este proceso, informó ayer que no se producirá la reunión prevista para hoy, debido a que “hasta la fecha” no se ha invitado a los cancilleres que ellos exigieron para reanudar las conversaciones.

“¿Qué es lo que hemos visto? Que no se ha invitado a los cancilleres hasta la fecha y, por tanto, no se puede producir el proceso de negociación internacional hasta tanto no se invite, evidentemente, a los cancilleres”, dijo el diputado a periodistas desde la sede de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento).

Florido destacó que un proceso de “negociación internacional” requiere de la presencia de los Estados que estén implicados en ella, y que sin eso no será posible.

“Estamos buscando una fecha de agenda donde todos puedan concurrir de manera que el proceso inicie con buen pie y termine con buen pie”, agregó Florido.

El diputado, que también es presidente de la comisión de política exterior de la Cámara, adelantó que una vez se instale la mesa de conversaciones con la presencia de los cancilleres “será un proceso corto, quizá de dos o tres días a lo sumo”, aunque no ofreció mayores detalles.

El pasado jueves, Florido, en nombre de la alianza de partidos antichavistas Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y acompañado por el jefe del Parlamento, Julio Borges, informó que la oposición estaba “lista” para retomar un proceso de negociación “serio” con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Este diálogo, agregó, debe ser un proceso de “negociación internacional” con la presencia de países garantes como Chile, Paraguay y México -escogidos por ellos- y Bolivia y Nicaragua a petición del Gobierno.

Dos días después, la oposición declaró “en suspenso” este proceso al no haber aprobado el Gobierno la presencia de los cancilleres de estos países.

Por su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, acusó ayer ante diplomáticos de la Unión Europea a la oposición de no haber querido acudir a las conversaciones.

Entretanto la unidad de la oposición -ya resquebrajada tras las elecciones regionales del pasado 15 de octubre- se acentuó hoy luego que 13 diputados abandonaran la coalición opositora MUD para formar una nueva fracción parlamentaria que rechaza el diálogo.

En este grupo estarán los dos legisladores que tienen en el Parlamento el movimiento Vente Venezuela de la exdiputada María Corina Machado y el partido Alianza Bravo Pueblo (ABP), del alcalde caraqueño privado de libertad Antonio Ledezma.

Al suspenso en el diálogo se sumó que el país caribeño fue declarado en suspensión de pagos, mientras el Gobierno de Maduro busca refinanciar la deuda externa que, según cifras del Parlamento, es de unos 150,000 millones de dólares, lo que genera un pago anual cercano a los 10,000 millones de dólares.

Las calificadoras Standard & Poor’s y Ficht rebajaron la deuda soberana después que el Gobierno no pagara los intereses en sus bonos.

Sin embargo, el Gobierno presumió de su solvencia como pagador y anunció que comenzó a abonar ayer nuevos “intereses de la deuda externa de Venezuela”.

El Parlamento, de mayoría opositora, criticó la falta de propuestas del Gobierno a los tenedores de bonos del Estado para acometer la refinanciación de la deuda externa.

El diputado Rafael Guzmán calificó de “fiasco” el encuentro del Gobierno con los bonistas al que, según dijo, no asistieron ni siquiera el 20 % de los acreedores del Estado y donde no “se les presentó un plan de refinanciamiento”.

Según fuentes cercanas al asunto, los representantes del Gobierno se limitaron a culpar a las sanciones financieras de Estados Unidos de los problemas de acceso al dinero, además de pedir a sus acreedores colaboración para acabar con esas sanciones.