Gobierno de España se reúne de urgencia por Cataluña

Esta es la primera vez que Rajoy habla abiertamente de que la aplicación del Artí­culo 155 de la Constitución española serí­a el próximo paso a adoptar por el gobierno si las autoridades catalanas no se retractan.

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Por Agencia AP

11 October 2017

El presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, pidió formalmente el miércoles al lí­der catalán que aclare si se declaró la independencia de la región del noreste de España, en una amenaza velada de que el ejecutivo central podrí­a limitar o rescindir las competencias de la comunidad autónoma en ese caso.

La respuesta del gobierno catalán serí­a crucial para decidir "El futuro de los acontecimientos de los próximos dí­as"?, manifestó Rajoy en su comparecencia.

Esta es la primera vez que Rajoy habla abiertamente de que la aplicación del Artí­culo 155 de la Constitución española serí­a el próximo paso a adoptar por el gobierno si las autoridades catalanas no se retractan. El ejecutivo central "quiere ofrecer certezas a los españoles"?, dijo el mandatario, agregando que "es preciso que vuelvan la tranquilidad, la seguridad y el sosiego".

La petición de Rajoy se produjo luego de una reunión extraordinaria del consejo de ministros para responder al anuncio realizado en la ví­spera por el presidente del ejecutivo catalán, Carles Puigdemont, de que seguirá adelante con la independencia de la adinerada región, aunque acto seguido la suspendió durante varias semanas para facilitar negociaciones.

El dirigente opositor Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español, dijo que los dos partidos más grandes acordaron renegociar las leyes de autonomí­a. Dijo que se llegó a un acuerdo con Rajoy para iniciar, dentro de seis meses, conversaciones sobre una reforma constitucional que permita cambios a la estructura actual que rige la autonomí­a de las 17 regiones del paí­s, una de las cuales es Cataluña.

Sánchez dijo que el PSOE quiere la reforma para permitir que Cataluña siga siendo parte de España, y que los socialistas respaldan el pedido de aclaraciones de Rajoy a Puigdemont.

En un discurso muy esperado, Puigdemont señaló en el Parlamento catalán que la contundente victoria en el referendo secesionista del 1 de octubre dio a su ejecutivo el mandato para implementar una ruptura con España anhelada durante siglos.

Instantes más tarde, el dirigente propuso al parlamento regional que suspendiese los efectos de la declaración para iniciar contactos y ayudar a reducir la tensión en la peor crisis polí­tica del paí­s en las últimas décadas. El gobierno central ha dado pocos indicios de estar abierto al diálogo y reiteró que no acepta la declaración y que considera que la consulta secesionista y sus resultados no son válidos.

La vicepresidenta del gobierno central, Soraya Sáenz de Santamarí­a, dijo que el lí­der catalán "no sabe dónde está, a dónde va ni con quién quiere ir"? y que expuso a la región "a la mayor fractura, la mayor división y la mayor intranquilidad que han tenido en toda su historia"?.

El Artí­culo 155 de la Constitución permite que el gobierno central tome el control parcial o total de cualquiera de las 17 regiones del paí­s en caso de que incumplan con sus obligaciones legales. Esto comenzarí­a con una reunión del gabinete y una advertencia al gobierno regional para que se alinee. Posteriormente, se convocarí­a al Senado a aprobar la medida.

Unos 2,3 millones de catalanes, el equivalente al 43% del electorado de la región, participaron en el referendo. Las autoridades regionales señalaron que el 90% de los votos fueron a favor de la separación y declararon que los resultados son válidos. Los contrarios a la consulta señalaron que boicotearí­an la consulta.

El ejecutivo de Rajoy se ha negado repetidamente a autorizar a Cataluña a celebrar un referendo secesionista alegando que se trata de una iniciativa inconstitucional ya que solo participarí­a una parte de los 46 millones de habitantes del paí­s.

En Cataluña, el apoyo a la secesión aumentó en los últimos años impulsado por la reciente crisis económica en España y por el rechazo de Madrid a los intentos de aumentar el autogobierno de la región.

El estancamiento polí­tico arrastró a España a su crisis más grave en más de cuatro décadas, desde la restauración de la democracia tras la dictadura de Francisco Franco.