Papa insta a víctimas de la guerra a perdonar

Francisco oró por las víctimas de la guerra, tras escuchar los testimonios de quienes la sufrieron en carne propia

descripción de la imagen
El Papa Francisco compartió con líderes indígenas durante su estadía en Villavicencio y antes de orar por las víctimas de la guerra. foto edh / afp

Por EDH/Agencias

08 September 2017

COLOMBIA. El papa Francisco pidió ayer un esfuerzo franco por el perdón durante una oración en la que reunió a quienes sufrieron en carne propia la violencia en Colombia y los que empuñaron los fusiles, frente una icónica estatua de Cristo mutilada en un ataque rebelde.

Tras escuchar los testimonios desgarradores de algunas víctimas en Villavicencio, un poblado golpeado ferozmente por la violencia guerrillera y paramilitar, el papa lanzó un ferviente llamado al país: “Abre tu corazón de pueblo de Dios y déjate reconciliar”, les conminó.

Francisco asumió como propio el dolor del conflicto, pidió perdón e instó a las víctimas a hacerlo también para que así “todos juntos podamos mirar y caminar hacia adelante con fe y esperanza”.

En lo que el Vaticano calificó de “Gran encuentro de oración por la reconciliación nacional”, Francisco escuchó atentamente los testimonios de un hombre reclutado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), una mujer que sirvió a los paramilitares y dos víctimas de esos grupos, entre ellas a Pastora Mira, a quien le mataron a su esposo y a dos hijos en medio de las extorsiones de guerrilleros de las FARC y los paramilitares que combatían a los insurgentes.

“Ahora coloco este dolor y sufrimiento de las miles de víctimas de Colombia a los pies de Jesús”, dijo la mujer, que fue inspectora de la policía y tuvo una juguetería en su natal poblado de San Carlos, en el noroeste colombiano, y que en los últimos años se ha dedicado a dar aliento a familias desarraigadas por el conflicto.

Francisco le respondió: “Tienes toda la razón: la violencia engendra más violencia, el odio más odio y la muerte más muerte... Es el crucificado de Bojayá quien te ha dado esa fuerza para perdonar y amar”.

El pontífice saludó y abrazó a los cuatro antes de mostrarlos como ejemplo del perdón y colocar sus testimonios e intenciones ante la imagen del Cristo mutilado.

La estatua de yeso fue rescatada de una iglesia bombardeada hace 15 años en Bojayá y es quizá el más poderoso recordatorio de la violencia política que dejó más de 250.000 muertos y millones de desplazados en Colombia.

Varios residentes de esa empobrecida ciudad viajaron durante días en bote, avión y autobús para llevar la modesta escultura a Villavicencio para que el papa la bendijera.

Beatificación

En la emotiva ceremonia, fueron beatificados monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve y el párroco Pedro María Ramírez. El 24 de agosto pasado, los cuerpos de los dos religiosos fueron trasladados de sus sepulcros hasta la capital del Meta. La exhumación de monseñor se realizó en la capital de Arauca, mientras que el del párroco se llevó a cabo en el municipio de La Plata, en Huila. Agencias