El nuevo tratado para prohibir las armas nucleares será adoptado este viernes

Según el tratado, los firmantes se comprometen a no "desarrollar, ensayar, producir, fabricar, adquirir de cualquier otro modo, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares"

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Por EFE

06 July 2017

Más de 120 países tienen previsto aprobar este viernes un tratado para prohibir las armas nucleares, un pacto con el que esperan hacer avanzar el desarme, pero que ha sido boicoteado por todas las potencias atómicas.

El texto, encargado el pasado año por la Asamblea General de la ONU, ha sido negociado durante las últimas tres semanas en la sede de la organización y está finalmente listo para su adopción, según confirmó hoy la presidenta del proceso, la diplomática costarricense Elayne Whyte.

"Estoy convencida de que tenemos un acuerdo general para una prohibición robusta y completa de las armas nucleares", aseguró Whyte en una conferencia de prensa.

Whyte confió en que el tratado salga adelante por consenso y ni siquiera tenga que ser votado, aunque cualquiera de los países participantes tiene derecho a solicitar una votación.

Una vez adoptado, el texto se abrirá a la firma de los Estados miembros el próximo septiembre y entrará en vigor una vez que 50 países completen su proceso de ratificación.

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Según el tratado, los firmantes se comprometen a no "desarrollar, ensayar, producir, fabricar, adquirir de cualquier otro modo, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares".

Además, también queda prohibido entre otras cosas transferir a otros este tipo de armas, usarlas o amenazar con usarlas o permitir su emplazamiento en el territorio nacional.

"Será un momento histórico", destacó Whyte, que defendió que el mundo lleva "70 años esperando" por esta nueva "norma legal".

Para los activistas antinucleares, el texto es un "tratado sólido" que situará al mundo "en el camino adecuado para la eliminación" de las armas atómicas.

Así lo aseguró hoy Beatrice Fihn, directora ejecutiva de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés).

Al margen del tratado, sin embargo, se mantendrán por ahora todos los países que disponen de armas nucleares y muchos de sus socios.

Estados Unidos ha sido el más claro en su oposición a la iniciativa, defendiendo que ante la amenaza de países como Corea del Norte sigue necesitando armamento nuclear para protegerse.

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También han rechazado sumarse Francia, el Reino Unido, Rusia y China, los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y junto a EE.UU. las potencias atómicas reconocidas por el Tratado de No Proliferación Nuclear.

El resto de países con arsenales nucleares -India, Pakistán, Israel y Corea del Norte- tampoco han participado en las negociaciones, al igual que los miembros de la OTAN con la excepción de Holanda.

Los países latinoamericanos, mientras, han estado entre los principales impulsores de la iniciativa.

Quienes apoyan el tratado recuerdan que la mayor parte de convenciones internacionales de este tipo -por ejemplo las que prohíben las armas químicas o las minas antipersona- también arrancaron con solo un grupo de países y ello no les ha restado fuerza.

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Whyte dijo en ese sentido que, una vez adoptado el texto, comenzarán los esfuerzos para tratar de que más y más Estados se sumen.

En todo caso, defendió, la mera existencia de la norma ya va a cambiar el comportamiento de los países al convertirse en un nuevo "estándar".

"Creemos que va a tener un papel fundamental en el diseño de las políticas internacionales en el futuro y para los nuevos paradigmas de seguridad en el siglo XXI", subrayó.

En la misma línea, Fihn y otros expertos subrayan que el tratado supondrá un "estigma" para las armas nucleares y ayudará a eliminar el "prestigio" con el que aún cuentan.