WASHINGTON. Corea del Sur y Estados Unidos realizaron ayer ensayos conjuntos con misiles balísticos en respuesta al test ejecutado en la víspera por Pyongyang, en el que el régimen norcoreano asegura que probó con éxito un misil balístico intercontinental (ICBM).
Los dos aliados realizaron múltiples lanzamientos de misiles en dirección al Mar de Japón (llamado “Mar del Este” en las dos Coreas), entre ellos el modelo balístico surcoreano Hyunmoo-21 y el táctico estadounidense ATACMS, según el Ministerio de Defensa de Seúl a la agencia local Yonhap.
Los ensayos se llevaron a cabo por orden del presidente surcoreano, Moon Jae-in, quien acordó esta respuesta a la última provocación de Corea del Norte con su homólogo estadounidense, Donald Trump, informó la oficina presidencial de Seúl.
Antes de ese ensayo, el secretario de Estado de EE. UU., Rex Tillerson, había señalado la necesidad de una “acción global” para detener la “amenaza mundial” que supone el desarrollo del programa nuclear de Corea del Norte, tras el lanzamiento exitoso del misil balístico intercontinental, el que el líder norcoreano Kim Jong-un dijo era un “regalo” para “los bastardos estadounidenses”, el cual coincidió con el Día de la Independencia estadounidense.
En un comunicado, Tillerson aseguró que EE. UU. “condena enérgicamente el lanzamiento por Corea del Norte de un misil balístico intercontinental” y advirtió que “la prueba representa una nueva escalada” en la amenaza para EE. UU., sus aliados y socios, la región y el mundo.
De este modo, el secretario de Estado confirmó de manera oficial que se trataba del primer lanzamiento exitoso por parte de Corea del Norte de un misil de tan largo alcance, aunque el Comando Pacífico de las Fuerzas Armadas ya lo había confirmado antes a medios estadounidenses.
“Se requiere una acción global para detener una amenaza global. Cualquier país que acoge a trabajadores invitados de Corea del Norte, proporciona beneficios económicos o militares, o no aplica plenamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, está ayudando e incitando a un régimen peligroso”, agregó el secretario.
Tillerson reiteró que “todas las naciones deben demostrar públicamente a Corea del Norte que hay consecuencias en su búsqueda de armas nucleares” y “llevar la acción provocadora de Corea del Norte ante el Consejo de Seguridad de la ONU y promulgar medidas más fuertes para responsabilizar” al régimen norcoreano.
Asimismo, indicó que Washington tan solo busca “la desnuclearización pacífica de la Península Coreana y el fin de las acciones amenazantes de Corea del Norte”.
El Ejército norcoreano disparó el proyectil este lunes y voló más tiempo que cualquier prueba de misiles norcoreanos llevada a cabo hasta la fecha, un total de 37 minutos, lo que implica que podría tener la capacidad de atacar a Alaska.
Es la primera vez que Pyongyang logra lanzar un misil de estas características de manera exitosa, el undécimo en lo que va de año y el primero desde el pasado 8 de junio que voló por hasta 30 minutos.
El ensayo supondría un importante avance para el programa armamentístico norcoreano, según Jong-un pueden recorrer más de 5.500 kilómetros) capaces de equipar bombas nucleares y alcanzar territorio estadounidense.
ONU, Rusia y China condenan el hecho
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó “en términos firmes” el lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte y lo consideró un “peligroso agravamiento” de su situación diplomática.
“Esta acción es otra descarada violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y constituye un peligroso agravamiento de la situación”, dijo el alto funcionario en un comunicado.
“El liderazgo de la DPRK (República Popular Democrática de Corea) debe cesar en sus provocaciones y acatar por completo sus obligaciones internacionales”, añadió.
Asimismo, Guterres subrayó la importancia de “mantener la unidad de la comunidad internacional” a la hora de abordar este “serio desafío”.
La embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Nikki Haley, solicitó ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad, que se ha convocado para este miércoles, con el fin de abordar este último lanzamiento.
Los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, respectivamente, se reunieron ayer en Moscú, desde donde calificaron de “inadmisible” el lanzamiento de Corea del Norte y le instaron a congelar las pruebas nucleares y de misiles, pero también llamaron a EE. UU. a parar los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur.
China insistió a Corea del Norte, Estados Unidos y Corea del Sur en la necesidad de negociar un compromiso para rebajar la tensión, buscar la paz y evitar consecuencias “desastrosas”. -EFE.